Opinión

La inseguridad y la violencia es el “talón de Aquiles” de los gobiernos globalmente

07 de mayo de 2024

La violencia y la inseguridad han sido una preocupación constante para los gobernantes desde la década de 1990, pero en las dos últimas décadas de este siglo, la violencia y la inseguridad se han convertido en el talón de Aquiles de los gobiernos de todo el mundo. Nos enfrentamos a una falta de respuestas a la justicia social. La falta de acceso a oportunidades, la deserción escolar, la desintegración familiar y el uso de drogas ilícitas y alcohol pueden llevar a los jóvenes a recurrir a la delincuencia para satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, la estrategia propuesta por el actual gobierno no parece tener en cuenta estas complejidades. Por lo tanto, los recursos deben centrarse en la prevención primaria y fortalecer las estructuras de seguridad, además, apoyar los sistemas de seguridad de gobiernos locales, que son actores adecuados para desarrollar iniciativas de prevención de la violencia y la delincuencia considerando cuatro aspectos sustanciales: La violencia, la pobreza, la ausencia de servicios sociales, finalmente, de injusticia social y económica.

Sabemos que la prevención de la delincuencia no puede erradicarse por completo, pero sí reducirse a un nivel “aceptable”, al menos en la medida en que no sea un obstáculo para la convivencia y el desarrollo. Y esto sólo podrá lograrse mediante una adecuada política de prevención criminológica, cuya planificación e implementación debe estar en manos de expertos.

Por lo que hacemos énfasis, en el rol que desempeña los criminólogos en este país, a pesar de que es poco conocida, y a veces, mal interpretada o incluso subestimada. Sin embargo, el criminólogo se ha convertido en un importante experto dentro de la sociedad, un elemento clave en el desarrollo integral de la sociedad, lo que le convierte en un experto único en el ámbito social.

Los criminólogos, como académicos, recopilan, examinan, analizan, registran y presentan la secuencia temporal y los patrones de comportamiento antes, durante y después de un delito para determinar y descubrir “lógicamente” la intención criminal. Basado en las perspectivas del perpetrador y la víctima del delito, incluidos, entre otros, quién estuvo involucrado en el delito y las herramientas y equipos utilizados en la investigación.

Hemos vistos a través de los diferentes períodos presidenciales los presupuestos que han sido designado al Ministerio de Seguridad, que pone más énfasis en combatir el crimen que en prevenirlo, lo cual nos permite hacer una relación de estas últimas dos décadas: Martín [Torrijos] asignado 967.068.800 Mingob, Martinelli asignado2.024,692,205 Minseg, Varela asignado 3.027,200,000 Minseg, y Cortizo asignado 4,440,336,694 Minseg.

Por lo tanto, la seguridad pública es un fenómeno complejo como lo indica los diferentes presupuestos en materia de seguridad pública, en los diferentes gobiernos se han gastados millones de dólares, sin ver resultados positivos y constructivo por lo que la sociedad en sí, están cansado del aumento de la delincuencia en general.

A pesar, que en los barrios populares están acostumbrados a ver, oír y callar, es por temor, es como se vive en medio de tanta delincuencia. Por lo tanto, hay que enfatizar en la importancia de las medidas preventivas y la educación para evitar el resurgimiento de las pandillas. “Ese es el trabajo del gobierno, pero hoy sólo se centran en la represión”, en vez de darle el empoderamiento a los criminólogos de este país, y así vamos a ver un cambio en nuestra sociedad.

* El autor es abogado, docente y mediador.

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