Criminalizando al vecino
29 de septiembre de 2020
Una actividad cotidiana como asistir a la Calzada de Amador se ha convertido en motivo de indignación para aquellos que consideran que el país no puede regresar a una normalidad hasta que la población esté vacunada.
Lo que desconocen quienes hacen estos señalamientos es la angustia que durante estos seis meses ha producido el confinamiento en miles de familias.
El llamado a mantener las medidas de bioseguridad es correcto, pero condicionar la libertad de los demás a nuestra limitada visión de la pandemia demuestra falta de empatía.
Mario Lara
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