Copa de África 2015; torneo abierto y desafío para Guinea Ecuatorial
Malabo (Guinea Ecuatorial) (AFP) - La Copa de África 2015 se anuncia como un torneo abierto, con varios candidatos a suceder a Nigeria como campeón, y un verdadero desafío logístico y sanitario para Guinea Ecuatorial, que se hizo cargo de la organización hace dos meses tras la renuncia de Marruecos por el Ébola.
¿Quién subirá al trono africano? En su 30ª edición, el torneo no tiene un favorito claro, después de que dos de las grandes potencias del fútbol continental; Nigeria, defensora del título, y Egipto no lograran la clasificación.
El sorteo además reservó los grupos C y D para varios de los teóricos candidatos al título, por lo que alguno se quedará por el camino antes de la fase de eliminatorias.
Entre los equipos destacados está Costa de Marfil, huérfana de su referente Didier Drogba, pero con varios de los miembros de la llamada generación de oro dispuestos a no dejar pasar otra oportunidad de levantar un trofeo que se le escapa a la selección desde 1992.
Tras firmar buenas actuaciones en las últimas ediciones; final en 2006 y 2012 y semifinal en 2008, Costa de Marfil se presenta otra vez con Yaya Touré como líder, tras ganar por cuarta vez el trofeo al mejor jugador africano del año.
Queda por saber si el seleccionador Hervé Renard, que sustituyó a Sabri Lamouchi después de una CAN-2013 y un Mundial 2014 decepcionantes, sabrá dar con la combinación exacta para que el a priori mejor grupo de jugadores rinda como el mejor equipo y no se deja sorprender como hace dos años en la final ante Zambia.
- ¿La hora de Argelia? -
En la primera ronda los marfileños deberán resistir un grupo D en el que se encontrarán con Camerún, cuatro veces ganador del titulo, y Mali, semifinalista en las dos últimas ediciones, además de Guinea, a priori la cenicienta.
El grupo C también se presume muy disputado, con Argelia, Ghana, Senegal y Sudáfrica. El equipo del norte de África llega al torneo continental después de su excelente actuación en el Mundial 2014, cuando alcanzó los octavos de final y fue apeado por Alemania, a la postre vencedor, en la prórroga.
El éxito del Setif en la Liga de Campeones confirma que Argelia, primera nación africana en la clasificación de la FIFA (18ª), regresa al primer plano futbolístico y es clara favorita para su segunda corona, 25 años después de la que logró en 1990.
Ghana, cuatro veces campeona de África, intentará dar un paso más y lograr el título tras quedarse cerca en las últimas cuatro ediciones (semifinalista en 2008, 2012 y 2013, finalista en 2010).
Senegal, que no ha superado la primera fase desde 2006, cuenta con el técnico francés Alain Giresse para brillar en Guinea Ecuatorial.
Tampoco hay que olvidar a Túnez, que no gana el trofeo desde 2004 y que ha sido beneficiada en el sorteo (encuadrada en el grupo B, se encontrará con Zambia, República Democrática del Congo y Cabo Verde).
- Dos meses para preparar la CAN -
Más allá de lo deportivo, las incógnitas están en si Guinea Ecuatorial estará a la altura de la situación. La duda es saber si este país, rico en petróleo (tercer productor del África Subsahariano) y dirigido con mano de hierro por el presidente Teodoro Obiang -que llegó al poder con un golpe de Estado en 1979-, ha sido capaz de crear las condiciones necesarias para organizar el torneo en dos meses.
El Gobierno no para de enviar mensajes tranquilizadores sobre su capacidad, pero tres partidos de la oposición hicieron un llamamiento a la población el jueves para boicotear una CAN 'que hará más pobre y más esclavo' al pueblo en un contexto de caída de los precios del petróleo.
El régimen, denunciado por las organizaciones de defensa de los derechos del hombre, no dudó en arrestar el miércoles a dos opositores políticos, uno de ellos sospechoso de haber preparado manifestaciones contra la Copa de África.
Con respecto a las infraestructuras de las sedes, Malabo -la capital del país, situada en la isla de Bioko- y Bata disponen de las instalaciones necesarias, después de haber organizado la CAN-2012 junto con Gabón. La duda está en si Mongomo y Ebebiyin, las otras dos ciudades que acogerán partidos, están a la altura.