Guillaume Martin, con Nietzsche como motor en el Tour de Francia
Düsseldorf (Alemania) (AFP) - Diplomado en Filosofía, el francés Guillaume Martin espera recurrir a Nietzsche, su especialidad, para tener una buena actuación en su primer Tour de Francia, que va a descubrir con la responsabilidad de ser líder del equipo belga Wanty.
¿Es un simple intelectual, el único ciclista titular de un máster de Filosofía del pelotón 2017? 'Cada vez más periodistas se interesan en mi particularidad. Me hace ser vigilante para que no se me ponga esta etiqueta', explicó.
Parisino de nacimiento (9 de junio de 1993), antes de que sus padres (madre actriz y directora, padre profesor de aikido) dejasen la capital para irse al interior de Francia para escapar a la polución y cambiar de vida, Guillaume Martin está apegado a sus dos pasiones, la filosofía y la bicicleta.
Le segunda vino de forma natural, desde la edad de 13 años, siguiendo a su padre.
'Siempre he sido muy deportista, con un instinto de competición', afirma.
La primera licencia, en el club local de Condé-sur-Noirot, después la selección francesa juvenil y las primeras grandes victorias (Lieja-Bastogne-Lieja juvenil en 2015), antes de firmar su primer contrato profesional con Wanty, invitado por primera vez este año al Tour.
'No tengo una gran presión y agradezco eso al equipo. Hilaire van der Schueren (el director deportivo) me habla de aprendizaje, me dice que aprenda a correr como líder incluso si no soy un líder como Froome y Contador pueden serlo. No tengo las mismas ambiciones', dice.
Para poner en práctica el máster realizado en la Universidad de Paris-Nanterre, el ciclista se acuerda a menudo de Nietzsche. Trata de establecer 'una asociación un poco osada y provocadora' entre el deporte y el autor genial de 'Gaya ciencia', fallecido en 1900.
'Evidentemente, Nietzsche nunca escribió sobre deporte. Pero la idea es intentar mostrar que paradójicamente la filosofía de Nietzsche podría describir el deporte mejor que aquellos que lo fundaron a finales del siglo XIX, Coubertin por ejemplo, sobre los valores de 'fair-play' y solidaridad. Lo que mueve realmente el deporte son las ganas de ganar y, a partir de conceptos nietzscheanos como la voluntad de potencia, lo sobrehumano, había medios de establecer este nexo', reflexiona.
- 'Me hace falta ser más nietzscheano' -
¿Se siente aislado en el pelotón este ciclista con base intelectual pero una gran simplicidad?
'No tengo la impresión de estar cortado del resto. Por el hecho de haber realizado unos estudios de filosofía no soy un extraterrestre', responde.
'Me pudo pasar en otras ocasiones con los jóvenes, pero la bicicleta es un deporte donde los perfiles son diferentes. La sociedad evoluciona, la gente, también. Se puede ser filósofo y después leñador y tengo un ejemplo en la cabeza', afirma.
Asume su lado cerebral, en el que ve límites en la competición ciclista: 'Reflexionar puede ser un hándicap. En carrera me parece importante ser instintivo, saber reaccionar al instante. A veces reflexionar demasiado es perder un tiempo precioso para lanzarse en una escapada'.
'La carrera se siente más que se piensa', afirma. 'Me hace falta ser más nietzscheano en ese aspecto. Nietzsche, es el instinto más que el análisis... pero es duro de conformarse con los hechos. Critica también mucho el resentimiento, pero es duro no tener lamentos, reflexionar sobre lo que se ha fallado. ¡Tengo todavía que hacer progresos en el nietzscheísmo aplicado!', concluye.