No hay que dormirse en los laureles

Todos   estamos cansados de las restricciones, de no poder abrazar a un familiar o amigo, que no es de la burbuja, pero no podemos dormirnos ahora en que vamos agarrado alivio.

La pandemia no se fue, sigue allí, con algunas variantes más potentes y con la misma gente impertinente que no se quiere poner la mascarilla, no guarda distancia ni se lava las manos.

Es insólito y si no lo cree, mire a su alrededor cuando va al súper, a la farmacia o algún restaurante. De cinco, siempre hay dos que se hacen los más “hat”, que les vale cualquier bioseguridad.
 

 Lineth Rodríguez
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