Entre San Carlos, Río Hato, Antón y Penonomé, el abuso de los billeteros es de marca mayor. Le han subido, ilegalmente, el precio a los chances y billetes. Lo mismo ocurre con El Gordito y la Extraordinaria. Se llama ROBO.
Informan que en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá tienen colchones inflables, comida, agua y aire acondicionado, todo pagado con los impuestos nacionales.
Los encapuchados andan sin control en la Universidad de Panamá, pero nada pasa. ¿Quién manda entonces? Si la casa de Octavio Méndez Pereira es foro de conflictos, ¿quién está fallando?