El panameño Alfredo Octavio ganó un Oscar

Cuando  íbamos a los caballitos, en vez de saludar a sus padres, como hacen todos   los pequeños, estaba atento a cómo funcionaba, el aparato, viendo para adentro y  el centro. En una lancha en la Isla de Bocas del Toro, insistió que había monedas y otras antigüedades, etc.

En el fondo. El lanchero le  dijo que esas cosas, se conseguían en otras islas, que en esa no! Alfredo, como de 8 años, se tiró al agua y actualmente, su cuarto tiene maravillas de antigüedades únicas. Tiene colecciones de latas vacías, por sus diseños, de armas antiguas y mil cosas más.

Cuando dijo que quería estudiar cine, en los efectos especiales; Fuimos a San Francisco California y lo matriculé en Sheridan, una Universidad de Diseño, de lo que se le ocurra amable  lector menos cine. Al especificar que eran efectos especiales de cine y después de un periplo por todo Canadá, hasta Halifax donde se hundió el Titanic.  Nos hablaron de una cadena de Universidades, en Frisco, donde los profesores eran todos de Broadway y Hollywood.

Me levanté temprano y fui a la casa matriz de ese montón de universidades. Esperé que llegara la persona con nombre latino  y le mostré las calificaciones escolares de secundaria y de un par de cursos de inglés que tomó como    reforzamiento en su bachillerato bilingüe.   “Está aceptado, somos 15 sucursales en California, pero su hijo, estudió inglés, y además es panameño, al igual que la esposa  del dueño de nuestra cadena de escuelas .Wao!!

Un día me dijo, vamos 6 meses a una Práctica Profesional a Disney, 7 americanos y un internacional. Le pregunté quién era el “Internacional” y me contestó YO ¡Me burlé, y dije serán 7 gringos y un panameño.

  Y así siguió y se graduó, quedando enganchado en una empresa de cine, después de ganar varios premios, que sus orgullosos papás fuimos a ver.    Consiguió un trabajo, en Texas, en un Estudio de Cine y atentos por T.V. de la entrega de los Oscares de la Academia, vimos que el Oscar de Efectos Especiales, lo ganó Blade Runner.    Lo llamamos de inmediato y  dijo “el que está recibiendo el Oscar tiene el pelo enrulado”? Le dijimos “sí” y confirmó ese es mi jefe.

Alfredo Octavio Arango Arosemena vive en Vancouver y por ahí vienen más películas, en los que al final aparece su nombre, para orgullo.

 Alfredo A. ARANGO Psicólogo, Docente y Escritor