El amor sigue vivo
En los últimos años, se ha observado que el romanticismo de antaño y la galantería han disminuido en las relaciones modernas, especialmente con el avance de la tecnología y la transformación de las interacciones en las redes sociales
Para los poetas panameños, el romanticismo de antaño, que se expresaba a través de gestos pensados, cartas de amor y cenas a la luz de las velas, no ha cambiado, pero sí parece haber sido reemplazado en gran medida por mensajes de texto rápidos y conversaciones digitales que carecen de la profundidad emocional que alguna vez caracterizó las muestras de afecto.
La poetisa Ela Urriola destacó que el verdadero problema es el hecho de que las formas de vida de la ciudad, la celeridad y la desconfianza, que tienen muchas causales, hacen que la galantería y romanticismo se extrañen durante todo el año y se palpen el Día de San Valentín.
Destacando que particularmente esa fecha todos son galantes y románticos, como parte de un circuito comercial mundial, mientras el resto del año se olvidan lo importante que resulta ser amoroso y gentil en la vida cotidiana.
“Lo que ha cambiado en este siglo, es que ahora este trato no recae exclusivamente en el hombre, ni tampoco la mujer ha de convertirse en estática receptora de los buenos tratos: esa cercanía con el afecto y los buenos tratos se libera para ir en doble vía, por igual”, resaltó Urriola.
Por otra parte, el poeta Jaiko Jiménez señaló que la sociedad ha cambiado muchas de las formas en que se relacionan y expresan su amor, llevándolo a lo cotidiano sin afecto.
Sí existe el romance de antes y se ha transformado, porque la vida es de cambios. Pero sí se volvió superficial, la taquilla y los caminos de pétalos son para las redes.
No se ha perdido el romance. La razón es que cada vez son más las personas que rechazan estos comportamientos de galantería o simplemente ignora los halagos.
Al afecto y al amor no se le da la misma importancia de antes y todo se debe a las formas en que las personas ahora crean sus nexos y establecen sus relaciones.
La galantería se quedó en el siglo XX, con los caballeros de antaño. Ahora se practican nuevas formas de experiencia, de cariño y de expresar el sentimiento del amor.
Los tiempos cambian y con él también las formas de expresar amor; pero aún hay muchos hombres galantes a quienes les gusta enamorar a través de halagos o salidas.
Mientras existan caballeros amorosos y damas que valoren la cortesía, el trato delicado y todas aquellas gentilezas, el romanticismo y el amor no van a desaparecer.
