El camino de una persona para convertirse en sacerdote o monja

Entregar tu vida a la consagración cristiana, inspirado por la vocación y motivación a través del llamado de Dios a servir es una de las principales tareas que debe cumplir un sacerdote o una monja. Para ser sacerdote el primer requisito es ser mayor de edad y haber terminado el bachillerato.
Se trata de 8 años de preparación. El primer año es crucial para darse cuenta si realmente quieres ser sacerdote y entregar tu vida a Dios. Para este propósito está el Seminario Mayor San José, en la Vía Ricardo J. Alfaro, un centro que no cobra por los estudios.
Por otro lado, para ser misionero o monja el proceso teórico es más corto y esta atado más en la experiencia de trabajo que se realiza en las comunidades.
“En Panamá, en casi en todas las provincias, hay jornada vocacional (primera fase para definir si la persona es apta para esta vida), excepto Colón y Chiriquí. Este será el primer paso que dé un joven que siente el llamado para la vida sacerdotal. Son ocho años de estudios para luego ser llamado a ser sacerdote”, expreso Rommel Rodríguez, quien estudia en el Seminario Mayor San José de Panamá.
El seminarista Román Altamiranda detalló los pasos, año tras año, de preparación que reciben jóvenes que quieran ser sacerdote.
El año propedéutico
Año introductorio en el que el joven realizará trabajo pastoral básico en la comunidad, pondrá a prueba el discernimiento vocacional, y una eventual preparación cultural en vista de la filosofía y de la teología. Además conocerá sobe la vida laica y el celibato que marcará su vida espiritual. Luego de comprometerse el proceso continúa.
Año de filosofía
Se trata de la etapa en la que la persona interpreta la realidad de la teología y se convierte en vigilante de la sagrada escritura.
El año del acolitado
A partir del tercer año el futuro sacerdote ya estará en la etapa de acolitado, se le asignan tareas dentro de los ministerios pastorales en distintas parroquias. Además. estará a cargo de ayudar a distribuir la comunión.
Desde el 3er al 4to año ya será un diácono y a partir de aquí serán los 4 últimos años de configuración, en el que debe parecerse lo más cercano posible a Cristo.
Durante todo este proceso y en cada una de sus etapas los futuros sacerdotes serán evaluados, calificados bajo la responsabilidad de los obispos, quienes recibirán informe de cada superación de etapa por parte de los sacerdotes de las parroquias donde hayan sido asignados a formarse.
Reinelda C. Álvarez
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