El “man” de la Casa del Helado
A casi medio siglo de su fundación, La Casa del Helado se reinventa en redes sociales para seguir siendo un símbolo del sabor local




Emanuele De Sanctis, conocido en redes como “El Man de la Casa del Helado”, lidera hoy uno de los negocios familiares más antiguos del país. Supervisa personalmente la producción artesanal en Santa Elena, donde opera su “laboratorio de helado”.
“Hacía rato lo estaba analizando, no es fácil tirarse a las redes sociales, pero después de tomar un curso online decidí dar mis inquietudes, vivencias e historias al público”, cuenta sobre su incursión en Instagram, donde promueve la tradición familiar con un tono auténtico.
La historia comenzó en 1976, cuando su padre, Lucas De Sanctis, abrió una pequeña heladería en un garaje de una casa en Vía Brasil. Inspirado por su madre, una amante del helado, Lucas apostó por una propuesta distinta que rápidamente atrajo a estudiantes, familias y hasta los “yeyés” de Paitilla, narró a Metro Libre el productor.
En una época donde predominaban sabores básicos importados como vainilla, fresa y chocolate, la familia De Sanctis marcó la diferencia con sabores elaborados con fruta natural panameña: guanábana, maracuyá, miel de caña, papaya y hasta mamey. El empresario advirtió que muchos de los sabores “fueron desarrollados con la ayuda de empleados clave como la señora Mariana, quien creó el sabor de miel de caña y trabajó desde niña hasta su jubilación”.
Actualmente, la heladería ofrece unos 20 sabores que rotan según la fruta disponible. Aunque el clima afecta las ventas, sobre todo en días lluviosos, De Sanctis apuesta por mantener su esencia: sabores frescos, producción propia y atención cercana.
La Casa del Helado fue fundada en 1976 en un garaje entre Calle 50 y Vía Brasil.
Helados artesanales elaborados con hasta 96% menos grasa, en comparación de otros.
Ofrece más de 20 sabores, con los clásicos como: fresa, vainilla y chocolate.
Entre los helados alternativos más populares está: miel de caña y maracuyá.