Cultura

Instituciones de música en Panamá no aguantan más el olvido del Inac

01 de agosto de 2019

Yalena Ortíz
[email protected] muchos los reconocidos artistas que han pasado por las aulas del antiguo Conservatorio Nacional, hoy Instituto Nacional de Música.

El local ubicado en el edificio 800 de las áreas revertidas, en Albrook, tiene muchas deficiencias entre las que se destacan fregadores, fuentes de agua y baños inservibles; acondicionares de aire, que donados pero por falta de mantenimiento, están deteriorados y cielo raso con pésimas condiciones.

Eso sin contar la fibra de vidrio en los techos y la falta de salones y auditorios, así como la escases de instrumentos para que estudiantes reciban sus clases.

Buscan ser escuchados
Ante este panorama, el profesor Roberto Flores participó en la llamada “protesta musical” que se organizó frente al Teatro Nacional.

“Todo se debe al trato que se nos ha dado. Ella (Janelle Davidson, directora del Inac) no ha venido a ninguna escuela en seis meses de gestión, prefirió ir a los medios a decir que está trabajando y que no tiene la culpa”, dijo Flores.

El docente explicó que el movimiento tenía como objetivo que las autoridades los apoyaran y pelear juntos, pero prefirieron “desmentirnos”. “Queríamos que mejoraran las cosas, no que nos subieran el salario no estamos pidiendo plata para los profesores”, expresó.

Como docente de música por 32 años y exdirector de la entidad, menciona que la matrícula de la institución debe entrar en la cuenta del conservatorio, pero el Inac deposita el dinero a un registro general del que saca el efectivo para otras escuelas que no tienen entradas económicas, dejando la mínima cantidad para el organismo.

“El dinero que generamos lo agarra para otra cosa, mientras yo sigo con mis instrumentos viejos, que tengo que reparar y traer las cuerdas, cuando a otras escuelas si se les da”, explica.

Cuando se nombran las autoridades en el Inac las personas que ponen no están comprometidas con la institución; son personas ajenas a la vida y problemas del artista, y como no saben y no sienten lo que estamos padeciendo no velan por nosotros”, concluyó el profesor.

Su propio espacio

Otra de las entidades culturales que solicita ayuda urgente de las Autoridades es la Escuela de Música Juvenil, que después de 40 años de existencia aún comparte sede con la Escuela primera Manuel Espinosa Batista, ubicada en Parque Lefevre.

Según su director, Jorge Oliva, la prioridad es encontrar un local propio, el nombramiento de docentes, comprar instrumentos para los diversos programas y mejorar el currículo académico.

“Nosotros siempre presentamos los planes de trabajos anuales y necesidades a las autoridades, aunque poco se hace para tener todo a principio de año y durante el ciclo escolar es difícil”, menciona Oliva.

De 2:00 p.m. a 8:00 p.m. se utilizan 10 salones para dar las clases de violín, percusión y piano; y aunque el centro cuenta con celador en horas de clases, los fines de semana los ladrones entran al colegio.

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Instagram @y.ortiz

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