Las juntas de embarre construyen hogares
En la región de Azuero es donde más se observan las casas de quincha, estructuras, muchas de ellas, construidas con jaulas de cañazas, bejucos, horquetas de macano, madera de árbol de maría, paja, hierba seca o bagazo de arroz (paja china) y barro.
Obras creadas con el apoyo, sudor y trabajo de familiares, vecinos y amigos, en medio del salomar del campesino, la japiadera, gritos, el canto del tamborito y la chicha fuerte o aguardiente, lo que se conoce como junta de embarre.
Visión internacional
Esta actividad está siendo documentada por el personal Ministerio de Comercio e Industria para incluirla la lista de salvaguarda urgente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Una costumbre de las comunidades de la campiña panameña de dar vivienda a los recién casados o renovar las ya existentes.
Atractivo turístico
Según Emma Gómez, directora del departamento de patrimonio se está trabajando sobre la importancia de las técnicas de la junta de embarre hoy para que cumpla con los requerimientos de la UNESCO.
“Estamos buscando lo que se está haciendo de manera turística para mostrar esta tradición, cada vez que hay una festividad de este tipo”, expresó Gómez.
El proyecto está siendo utilizado como atractivo en algunos sitios, como es el caso de Pedasí, donde se organiza el Barro Fest, ofreciendo a los visitantes participar en la jornada de mezcla, que consiste en mojar la tierra, agregarle paja china y batirla con los pies, mientras se sostienen uno a los otros en medio de salomas y tambor.
En la última edición de este evento han participado visitantes de estadounidenses, canadienses, ucranianos, españoles, entre otras latitudes.
Solución habitacional
Los organizadores han variado el lugar donde se lleva a cabo esta actividad, buscando que se cumpla el principal objetivo de esta tradición, construir viviendas o para personas de la comunidad que lo necesiten.
Uno de los puntos fuertes de este tipo de manifestaciones, es para sustentar como técnica para solucionar problemas tan comunes como escases de viviendas.
“Tenemos que buscar cuál es el uso que puede tener hoy, en cuanto a la gente que no tiene vivienda”, detalla Gómez.
Secreto artesanal
Además de los materiales y los roles, las técnicas incluyen el “repello’ y ‘blanquedo’ en los cuales se mezcla barro con tierra blanca cascajosa, estiércol de ganado vacuno y ceniza, la cual sirve como sello y pintura para las viviendas. Los pisos son de ladrillos, y en la mayoría de los casos al lado de las casas de quincha se les construía un alero o lima para colocar los instrumentos de trabajo.
“Buscar que es lo que le da sentido que se mantenga la junta y la creación de casas de quincha”, concluye.
YALENA ORTÍZ
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