Cultura

Oleada de flores en Rusia por el 8 de marzo

02 de agosto de 2019

La primera semana de marzo, los estrechos pasillos del mercado de las flores Rizhsky de Moscú se abarrotan de gente, en una tradición muy arraigada en Rusia donde el Día Internacional de la Mujer se toma muy en serio.

Los empresarios llegan a Rizhsky desde todos los rincones de la capital rusa para comprar flores a sus empleadas, según una costumbre que data de la época soviética.

El 8 de marzo es festivo en Rusia, donde la población cumple al detalle la tradición. Se trata más bien de tulipanes y rosas que de debates sobre los derechos de las mujeres.

Cada día feriado -y son muchos en Rusia- Raisa Khetagurova, de 53 años, se desplaza sistemáticamente a Moscú desde el Cáucaso Norte para vender flores. Ningún festivo, asegura, es tan rentable como el 8 de marzo, donde los vendedores pueden ganar hasta "15 veces" más que en tiempos normales.

Sus mimosas amarillas vienen de Abjasia, región separatista prorrusa de Georgia, de facto bajo control de Moscú. Sus tulipanes son importados de Bielorrusia.

"Me hace muy feliz que las mujeres sean respetadas en Rusia", afirma a la AFP.

"Por supuesto, los hombres ganan más, pero siempre ha sido así", añade, y asegura que "los tiempos están cambiando".

Prácticamente oculta por los tulipanes de su pequeño puesto, Saiora Kurbanova explica por su parte que no le gusta el 8 de marzo, pues "debe trabajar sin parar".

La joven de 18 años vino desde Crimea a Moscú con sus padres a través de un puente gigantesco, construido por orden de Vladimir Putin el año pasado para unir por carretera la península ucraniana anexionada en 2014 por Rusia al resto del país.

Su familia se prepara para el 8 de marzo hasta con tres meses de antelación y este puente, que suscitó el enfado de Kiev y de la Unión Europea, facilita mucho la tarea, ya que antes tenía que tomar un ferri para evitar el territorio ucraniano bajo control de Kiev.

- Redadas de la policía -


El precio de las flores antes del 8 de marzo pueden aumentar hasta tal punto que las autoridades se ven obligadas a declarar la guerra a los vendedores clandestinos.

Según Taras Belozorov, portavoz del departamento de comercio del ayuntamiento de Moscú, los precios de las flores aumentan "casi un 20%" cada año antes del Día Internacional de la Mujer.

El ayuntamiento de la capital advirtió esta semana que 360 policías realizarían redadas contra los vendedores que se instalen fuera de los lugares previstos por las autoridades. Un número de teléfono especial ha sido habilitado para denunciar a los comerciantes que inflen los precios.

En Rusia, solo el 30% de las flores vendidas son cultivadas en el país, debido al frío. El resto son importadas de Ecuador y de Holanda.

En el mercado Rizhsky, los mejores clientes son los empresarios y los directivos que compran cajas enteras de flores para sus empresas.

Valeri Saveliev, de 59 años, compró un ramo de tulipanes para cada una de las diez empleadas que trabajan en su empresa de muebles.

"Es la tradición", explica, aunque reconoce el lado anticuado de esta tradición soviética. "¿Los otros países celebran el 8 de marzo?", se pregunta.

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