Transilvania, un lugar mítico que aloja las gigantes iglesias fortificadas de Rumania
Transilvania, un lugar mítico, que evoca imágenes de horrores en nuestros cerebros. Sin embargo, lo que venía a mi mente y me había llevado hasta allí, no era ninguna historia de vampiros, sino el patrimonio de las iglesias fortificadas de esta hermosa región ubicada en los montes Cárpatos.
Asediados por los turcos y los tártaros, los colonos sajones de Transilvania crearon fortificaciones para defender sus pueblos de los invasores, pero si bien los asentamientos más importantes tenían los recursos para amurallar completamente la población, la mayoría de las villas no podían darse este lujo. La solución fue crear puntos centrales de defensa, donde el pueblo se podía refugiar y combatir contra los asaltantes. Las iglesias, puntos centrales de estas comunidades, se convirtieron en baluartes, en algunos casos llegando a parecer más un castillo que una iglesia, como es el caso del pueblo de Biertan.
Si bien hay más de cien pueblitos con iglesias fortificadas en Transilvania, en el año 1993 la UNESCO otorgó el honor de ser Patrimonio de la Humanidad a un pequeño número de iglesias, extendiéndolo en 1999 hasta siete pueblos: Biertan, Câlnic, Dârjiu, Prejmer, Saschiz, Valea Viilor y Viscri.
Si bien Biertan es la más famosa, mi favorita es Viscri, ubicada en una pequeña villa donde las calles son de tierra y los habitantes hablan alemán junto con el rumano, muestra de su descendencia directa de los sajones que construyeron su iglesia. Hoy día ya no necesitan protegerse de invasiones, ni siquiera de turistas, ya que es un poblado tan apartado que pocas personas lo van a visitar.
Carlos V. Ho D.
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