Después de los 5 fantásticos no se ve a nadie en el Hall of Fame

Crispín Chavarría N.
[email protected] pasado 12 de junio en Canastota, Nueva York, fue un día sublime para el ex doble campeón mundial (minismosca dos veces y mosca) Hilario Zapata, al ser inducido en el templo de los inmortales, tras una larga espera de 17 años para entrar en el escenario, donde ya permanecían cuatro ilustres compatriotas: Teófilo ‘Panamá’ Al Brown, Eusebio ‘Alacrán’ Pedroza, Ismael ‘El Tigre’ Laguna y Roberto ‘Manos de Piedra’ Durán.
Tras ese acontecimiento en el cual Zapata estuvo flanqueado por Durán, los istmeños completaron el quinteto boxístico más famoso de Panamá. De ellos solo Al Brown fue inmortalizado In Memorian, primero por la revista The Ring en el año 1985 y posteriormente en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Canastota (1992).
Así, Zapata (2016), Durán (2007), Laguna (2001) y Pedroza (1999) parecen haber cerrado un capítulo en la historia del boxeo panameño, todos provenientes de la llamada época dorada (1970-1980).
Tras estos virtuosos del ring, Panamá pudiera decir que hay complacencia por lo obtenido con solo 30 campeones mundiales y una población que se acerca a los 4 millones de habitantes.
Empero, si bien es cierto no se vislumbra, por ahora y sabrá Dios hasta cuando, otro criollo con el estirpe de monarca prolífico en sus reinos para llegar al Salón de la Fama, los panameños podrían pensar en que pudiera darse el fenómeno y rebuscando inquietamente en la memoria y los pasajes históricos aún podrían darse excepciones merecidas.
Lanzamos la propuesta del Dr. Elías Córdova (In Memoriam), quien fuera el primer presidente latinoamericano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), cargo que ocupó por primera vez en 1974 y se extendió tres periodos, las dos primeras por aclamación. Había entrado a la AMB como ejecutivo en 1965, con una sonora inyección de seriedad y conocimiento del mundo pugilístico y siendo médico de profesión con relevancia en el Hospital del Pueblo, el Santo Tomás. El Dr. Córdova, fuera del ring, fue un dirigente a capa y espada, su distinción como el primer latino en la dirigencia tras 50 años de fundada la AMB, es como la de Al Brown, primer campeón mundial gallo y en la historia latina (1929).