¿El inicio del fin del idilio Pogacar-Tour de Francia?



¿Un sentimiento pasajero o el inicio del fin de un idilio? Tadej Pogacar emite señales de un cierto hartazgo que ni siquiera el hecho de haber conquistado un cuarto Tour de Francia pudo difuminar el domingo.
A lo largo de la tercera y última semana de la 'Grande Boucle', al esloveno se le vieron gestos y muecas que hacían pensar que se hallaba enfermo, o muy cansado, o que simplemente estaba aburrido.
Por momentos enfadado, otros apático, despachaba entrevistas y ceremonias de podio sin signo alguno de emoción, ilusión o alegría.
El campeón del mundo pareció volver a ser el que era el domingo con sendos ataques sobre el mojado empedrado de Montmartre, en París, durante una última etapa espectacular: "La carrera en estado puro, me encantó", comentó con brillo en los ojos a pesar de no haberla ganado.
Pero apenas bajado de la bicicleta el jefe de filas del UAE volvió a adoptar un semblante casi fúnebre.
"Cuanto más crezco, más desaparece el niño que hay en mí, y mas surrealista se hace la presión. Comienzo a decirme que no voy a hacer esto toda la vida", respondió en zona mixta a un periodista de ITV.
Poco después, en conferencia de prensa, se mostró incapaz de referirse a sus próximas participaciones en el Tour, una carrera que podría conquistar por quinta ocasión en 2026. "No es un objetivo", sentenció.
Sin embargo, se explayó mucho más para responder preguntas sobre salud mental o sobre la sobrecarga de trabajo de los corredores, algo que que llevó a algunos de ellos, como el neerlandés Tom Dumoulin, a poner un final prematuro a sus carreras.
- "Burn out" -
"Creo que nosotros, los ciclistas, estamos demasiado obsesionados con el entrenamiento", afirmó. "Hay mucho 'burn out'. No es mi caso, pero podría ocurrirme también".
Pogacar, de 26 años, una edad que se considera joven para un ciclista, lleva en la élite de su deporte desde la Vuelta a España 2019.
A lo largo de estos años se ha convertido en una superestrella del pelotón y tras su casi perfecta temporada 2024 pasó a otra dimensión mediática.
"Su vida no es fácil. Baja a desayunar y hay veinte personas que reclaman su atención. Sale y hay otras treinta que le esperan, lo mismo en el autobús. Está constantemente bajo presión. Es normal que eso haga mella a nivel mental", explica el belga Tim Wellens, compañero de Pogacar en el UAE y vecino suyo en Mónaco.
En cada carrera, desde la salida del hotel, a la salida, por la carretera y hasta el podio, Pogacar tiene que lidiar con multitud de peticiones de fotos, autógrafos o entrevistas.
- ¿Retirada en 2028? -
"Es amable, le cuesta decir que no", explica Stephen Roche, ganador del Tour en 1987.
Aún más precoz, Remco Evenepoel dice a menudo que el ciclismo se ha convertido en algo tan exigente que "las carreras largas (de los corredores) van a desaparecer".
Con contrato hasta 2030 con el UAE, Pogacar señaló en una entrevista con el periódico L'Equipe que "no piensa dejarlo a corto plazo", pero no se ve "tampoco siguiendo mucho tiempo". Incluso puso la fecha de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 como la oportunidad para reflexionar sobre su retirada.
Eso le daría tres años para batir el récord de victorias en el Tour de Francia, la carrera más prestigiosa del mundo, que, en principio, seguirá disputando a pesar de los preocupantes últimos indicios.
Andy Schleck, ganador del Tour en 2010, se muestra escéptico: "Surfea sobre una ola enorme, pero esa ola puede romperse. Hay muchos jóvenes que llegan con pasión. El ciclismo cambia muy rápido. No creo que bata el récord".
Pogacar, que declaró en los Pirineos que estaba "en el pico" de su carrera, anunciará esta semana si estará en la Vuelta a España a partir del 23 de agosto. Una posibilidad nada clara por el momento.
"Por el momento no tengo objetivos claros, quizá los Mundiales (en septiembre) y el Giro de Lombardía (en octubre). Por lo demás no lo sé", declaró el domingo, con prisa para irse a casa.