Gregg Popovich: duro, carismático y entrenador de leyenda





En sus casi tres décadas en los banquillos, Gregg Popovich convirtió a los modestos San Antonio Spurs en una de las grandes dinastías de la NBA desplegando una personalidad única, mezcla de exigencia, carisma y también sentido del humor.
El estadounidense, de 76 años, dio por concluida este viernes una era en la franquicia texana al anunciar su retirada como entrenador.
El derrame cerebral leve que Popovich sufrió seis meses atrás ha dejado finalmente a la NBA sin una de sus figuras más icónicas en las pistas, campeón de cinco anillos y poseedor del récord de partidos ganados.
El técnico, sin embargo, no se aparta del todo del básquet ya que se instalará en los despachos de los Spurs como presidente deportivo.
Con aspecto de "sargento de hierro" y formación militar, Popovich ocupaba desde 1996 el banquillo de los Spurs aplicando un método de ultraexigencia con sus jugadores y hasta con los temerosos periodistas enviados a entrevistarle.
- Formador -
Con los años, sin embargo, 'Coach Pop' también dejó relucir su faceta más afable así como una mentalidad abierta y progresista.
Durante sus 29 temporadas como entrenador dejó un legado colosal, formando tanto a gigantes de este deporte como Tim Duncan o el argentino Manu Ginóbili como a entrenadores que después llegarían a lo más alto.
En ocasiones divertido y brillante, a menudo gruñón y sarcástico, Popovich solía esbozar una sonrisa al final del ejercicio que más odia: hablar con los periodistas.
Pocas cosas le complacían más que observar las caras lívidas de los reporteros después de haberles hecho pasar un mal rato, ya fuera en la sala de prensa o en la misma cancha durante los partidos.
"Tener sentido del humor es muy importante para mí porque creo que la gente que no sabe reírse de sí misma, que no aprecia los momentos divertidos, no podrá darlo todo por un grupo", dijo el técnico en 2015.
- La dinastía de Spurs -
Popovich se hizo cargo de los Spurs en 1996 de una forma insólita. En aquella campaña ejercía como mánager general de la franquicia y, ante una mala racha de resultados, decidió destituir al entrenador Bob Hill y ponerse él mismo al mando del banquillo texano.
Aquel año los Spurs acabaron en el fondo de la tabla debido a la lesión de su estrella, David Robinson, pero esa debacle tuvo la contrapartida de brindarles la primera elección del siguiente Draft, con la que seleccionaron a Tim Duncan, la estrella que cambió el rumbo de la franquicia.
Popovich convirtió a los Spurs en una máquina de ganar, coleccionando cinco anillos (1999, 2003, 2005, 2007 y 2014), encadenando 22 apariciones consecutivas en playoffs y siendo nombrado Entrenador del Año en tres ocasiones.
Su último título fue quizás el más especial. Primero porque unos Spurs en su cúspide de juego se vengaron de los Miami Heat de LeBron James tras la cruel derrota en las Finales de 2013.
Pero también porque fue la última gran victoria de uno de los mejores tríos de la historia de la NBA, formado por Duncan, Ginóbili y el francés Tony Parker, acompañados entonces por el emergente Kawhi Leonard. De todos ellos sacó el mejor básquet que llevaban dentro.
- Militar y cosmopolita -
Nacido el 28 de enero de 1949 en East Chicago (Indiana) de padre serbio y madre croata, Popovich fundamentó su carrera en las virtudes de organización y disciplina desarrolladas en sus cinco años en las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
Capitán del equipo de las fuerzas armadas, viajó a Europa del Este y a la Unión Soviética en 1972 y comprendió que el básquetbol ya no era un deporte solo estadounidense.
No fue por casualidad que los Spurs fueran el equipo más cosmopolita de la NBA bajo su dirección.
El infatigable Popovich también guió a Estados Unidos hasta la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
En lugar de retirarse tras aquel triunfo, se abocó a una larga reconstrucción del débil plantel de los Spurs, ilusionado por mentorizar a la joya francesa Victor Wembanyama.
Otro puntal de su legado fue la promoción de mujeres en los cuerpos técnicos. En diciembre de 2020, su entonces asistente Becky Hammon fue la primera mujer en ejercer de entrenadora jefe en un partido de la NBA en el que Popovich había sido expulsado.
En los últimos años también se posicionó en contra de las políticas del presidente Donald Trump, al que tachó de "mentiroso", "racista" y "patético".
Cuando en 2022 se erigió en el entrenador con más partidos ganados, con un registro final de 1.422, Popovich aguantó con incomodidad una lluvia de elogios de toda la liga.
"Olviden las victorias y el récord, lo que es realmente importante es lo que has significado para nosotros en el nivel personal. Cuánto nos has hecho crecer y las experiencias que nos has aportado", le reconoció entonces uno de sus más ilustres discípulos, Steve Kerr.