Ramos, Di María, Müller: los inmortales del fútbol llenan de goles el Mundial


"Lo viejo funciona"... también en el fútbol. Figuras eternas como Sergio Ramos, Ángel Di María y Thomas Müller se han ganado el protagonismo en el Mundial de Clubes con goles clave para sus equipos.
A sus 39 años, el español Ramos reapareció en la escena internacional con un espectacular tanto en el sorprendente empate 1-1 del Monterrey mexicano ante el Inter de Milán en Los Ángeles.
El excapitán del Real Madrid se elevó por arriba de sus defensores y cabeceó a la red un servicio de córner en una jugada tantas veces repetida a lo largo de su extraordinaria carrera.
"Es la especialidad de Sergio", resumió después Lucas Ocampos, delantero de Rayados.
"Es nuestro capitán, el que nos transmite esa energía, esas ganas. Él lo está disfrutando, nosotros también y esperemos que siga marcando de cabeza, que parece que le gusta", bromeó el argentino, que también compartió vestuario con Ramos en el Sevilla.
Además de admirar su longevidad, el mundo del fútbol quedó asombrado por la facilidad con la que Ramos burló una defensa tan reputada como la del Inter, con una acción que en el pasado decidió hasta finales de la Liga de Campeones.
"Era una jugada ensayada desde una semana atrás y salió como lo habíamos entrenado", explicó después el campeón mundial español. "Espero que no sea el último (gol) del campeonato".
Ramos, elegido el mejor jugador del partido, aprovechó los focos para reivindicar el valor de la experiencia.
Preguntado por su conocida admiración por el fútbol italiano, el capitán del Monterrey destacó el aprecio que allá profesan hasta el final a leyendas como Paolo Maldini.
"Esa liga siempre fue una referencia para el mundo, sobre todo por el respeto que le da a la figuras, independientemente de la edad que tengan", señaló Ramos.
"El fútbol no es DNI (cédula de identidad), es rendimiento. Y allí tienen mi admiración porque valoran mucho eso", defendió.
- Goles con sabor a despedida -
Resistiéndose a la retirada, Ramos se embarcó a principios de este año en su primera aventura fuera del fútbol europeo.
Otra figura que está de salida del continente es el argentino Di María, que regresará pronto a su club de infancia, Rosario Central.
Antes de volver a casa, el Fideo apura sus últimos días con el Benfica y ya ha dejado su huella en este Mundial, con un gol de penalti en el empate 2-2 del lunes ante Boca Juniors.
El Fideo, de 37 años, festejó el tanto en el mismo escenario, el Hard Rock Stadium de Miami, donde un año atrás se retiró de la selección argentina alzando la Copa América.
La diana que culminó la remontada portuguesa fue obra de otro campeón mundial argentino, Nicolás Otamendi, veterano también de mil batallas a sus 37 años.
Por Boca también vio puerta un trotamundos del fútbol, el volante argentino Rodrigo Battaglia, que a sus 33 años conoció las ligas portuguesa, española y brasileña.
Con una trayectoria completamente opuesta, el alemán Thomas Müller se dispone a abandonar el Bayern de Múnich un cuarto de siglo después de haber ingresado de niño en su academia.
El mediapunta, de 35 años, recordó el lunes que todavía le queda pólvora al marcar uno de los diez goles de la paliza del Bayern ante el Auckland City.
Después de sus compañeros de generación, el Mundial aguarda ahora el festejo más esperado, el de Lionel Messi, cuyo gran debut con el Inter Miami no tuvo la guinda del gol.