Sundhage, la historia viva del fútbol femenino agita a la anfitriona Suiza


De la época en que las niñas tenían que jugar a escondidas a las ruedas de prensa llenas de periodistas a la Eurocopa 2025: Pia Sundhage es la historia viva del fútbol femenino, al mando de una anfitriona que necesita relanzarse contra Islandia el domingo (19h00 GMT) en Berna.
"Jugué al fútbol en una época en la que a nadie le importaba", recuerda para el diario suizo Le Temps la técnica de 65 años, una leyenda de su deporte, vencedora de la primera Eurocopa femenina con Suecia en 1984 -y máxima goleadora- y doble campeona olímpica en el banquillo de Estados Unidos (2008 y 2012).
"En 1984 creo que solo había un periodista ahí. Desde entonces, he visto venir cada vez más, hasta hoy, que tenemos que dar ruedas de prensa y los entrenadores y jugadoras están muy demandados. Esta evolución es fantástica", continúa la que fuera seleccionadora brasileña entre 2019 y 2023.
- De Pia a Pelle -
¡Qué cambio respecto a su infancia! Pia Mariane Sundhage cuenta que en el pueblo de Marback, cerca de la pequeña ciudad de Ulricehamn, tuvo que "ponerse un nombre de chico para empezar a jugar al fútbol", pasando de Pia a Pelle.
Desde entonces nunca dejó de jugar, convirtiéndose en internacional a los 15 años, en 1975 y más tarde en campeona de Europa. En total, 146 partidos disputados con Suecia y 71 goles.
Recuerda que en su juventud el equipo femenino era la menor de las prioridades y que "podíamos usar el campo solo cuando verdaderamente nadie más lo necesitase", pero opina también haber progresado gracias a la "bondad" de numerosas personas.
Sundhage aborda su trabajo con la misma filosofía, ahora en el banquillo de Suiza, selección que buscó a esta autoridad en 2024 para preparar la Eurocopa en la que el conjunto helvético ejerce de anfitrión.
- "El cielo como límite" -
La sueca no dudó por ejemplo en dar su confianza a cuatro jóvenes de 18 años.
"Iman Beney, Naomi Luyet, Sydney Schertenleib y Noemi Ivelj, cuatro talentos que tienen el cielo como límite", describe.
Lamentablemente Luyet tuvo que renunciar al torneo por una lesión, pero las otras tres jugaron contra Noruega en el primer partido (derrota 1-2).
"Estoy fascinada por las jóvenes jugadoras de Suiza, la Eurocopa llega demasiado pronto, habría estado mejor dentro de dos años, pero pese a ello tendremos nuestra oportunidad", aseguraba la seleccionadora a la cadena pública suiza RTS antes del inicio de la competición.
En su relación con las jugadoras, tanto las más jóvenes como las más experimentadas, Sundhage se describe como una entrenadora positiva, que prefiere incidir en los análisis de vídeo en las situaciones positivas que sobre los errores cometidos.
Si bien no ocultó estar "muy decepcionada" tras la derrota inaugural, en la que la Nati desperdició en cuatro minutos su gran primera parte en la que lideraba 1-0 frente a Noruega (2-1), Sundhage quería "ver todas las cosas que funcionaron".
"Todo lo que hicimos bien nos va a ayudar a devolver la confianza a las jugadoras", añadió.
Pese a una larga racha de ocho partidos sin victoria y a un descenso a segunda división en la Liga de Naciones tras cuatro derrotas contra Francia y Noruega, además de dos empates contra Islandia, la seleccionadora sigue creyendo en el efecto positivo que tiene jugar una Eurocopa como equipo anfitrión.
Firmemente optimista, la sueca recuerda como la neerlandesa Sarina Wiegman ganó las dos últimas Eurocopas en el banquillo de las selecciones locales, con Países Bajos (2017) e Inglaterra (2022).
Sundhage anima a sus jugadoras a "abrazar la presión de un gran torneo en casa" para lograr "grandes actuaciones". Su experiencia habla por sí sola.