Un mundial para la paz
La escalada bélica entre Ucrania y Rusia vuelve a agitar las preocupaciones a pocos días del inicio de la Copa del Mundo de la FIFA en Catar.
Esta semana, un misil cayó en territorio de Polonia, y primeramente se produjeron denuncias de que el artefacto, que mató a dos personas, era de Rusia, lo que levantó alarmas de países miembros de la OTAN, de la cual Polonia forma parte, y pues vería arrastrada al conflicto, además que obligaría a los miembros de la organización a dar una respuesta contra los rusos.
Por ahora, se rebajaron los temores, al considerar que se trataba de un proyectil extraviado de la defensa antiaérea ucraniana. A todo esto, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, hizo un llamado a guardar un alto al fuego de un mes en Ucrania, el periodo de tiempo que dura el Mundial-2022 de fútbol, afirmando que el deporte puede jugar un papel unificador.
En caso de que no hubiera tregua, el dirigente futbolístico, condecorado por el presidente ruso Vladimir Putin luego del Mundial-2018 en Rusia, mencionó la posibilidad de “corredores humanitarios o cualquier cosa que pueda conducir a retomar el diálogo”.
Ucrania es candidata para acoger el Mundial en 2030 con España y Portugal.
