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Una neumonía pone fin al exitoso Tour de Mathieu van der Poel

22 de julio de 2025

Aquejado de una neumonía, Mathieu van der Poel abandonó el Tour de Francia este martes, antes de la etapa del Mont Ventoux, después de haber lucido el maillot amarillo durante cuatro días y de haber sido uno de los animadores de la carrera.

Es la tercera ocasión en cinco participaciones en que el triple ganador del Tour de Flandes y de la París-Roubaix abandona la 'Grande Boucle' prematuramente.

Pero a diferencia de 2021, cuando recibió críticas por dejar el Tour a la mitad para preparar los Juegos Olímpicos de Tokio, y de 2022, cuando apenas fue protagonista antes de abandonar, el corredor neerlandés ha brillado en esta edición de la carrera con la que guarda una relación de amor-odio.

Sólo en los últimos días ejerció un papel más discreto. Y había motivo para ello. Acatarrado, desarrolló una neumonía que le impidió mantenerse en carrera.

El lunes por la tarde "su estado de empeoró de forma significativa", explico su equipo belga Alpecin. Hasta el punto de que, con fiebre, Van der Poel tuvo que ser trasladado al hospital de Narbona para someterse a pruebas que detectaron una inflamación pulmonar.

Un triste epílogo para un gran Tour realizado por 'MVDP'. Ganador de la segunda etapa en Boulogne-sur-Mer, el campeón del mundo de 2023 vistió el maillot amarillo durante cuatro días. Lo llevó con orgullo en la etapa del Muro de Bretaña, donde se impuso en 2021 rindiendo un emotivo homenaje a su abuelo, el antiguo coredor francés Raymond Poulidor.

Pero eso no fue todo. Al ataque casi cada día, el neerlandés fue designado corredor más combativo de los diez primeros días de carrera.

Protagonizó una escapada extraordinaria durante la novena etapa al partir desde el primer kilómetro junto a su compañero Jonas Rickaert y no fue alcanzado hasta 700 m para meta.

- No verá Montmartre -

Fue una reconciliación de Van der Poel con el Tour, una carrera por la que reconoció hace meses "no sentir pasión".

"No va a cambiar gran cosa mi relación con el Tour. En él he luchado mucho los últimos años, el recorrido de la primera semana este año se adapta a mis características", relativizaba luego de su victoria en Boulogne-sur-Mer.

En 2023 y 2024 sí terminó el Tour, pero con la mente también en los Mundiales y en los Juegos Olímpicos de París, y ejerciendo de gregario de lujo de Jasper Philipsen.

"El Tour no es la carrera más importante para él. Está hecho para los escaladores. Si no pesas más de 65 kg, puedes ganarlo. A nosotros nos gustan las clásicas", recordaba durante la primera semana su padre Adrie, también antiguo vencedor del Tour de Flandes.

Van der Poel no era candidato a finalizar arriba en la clasificación general –era 41º este martes a casi una hora y 50 minutos de Tadej Pogacar antes de abandonar- y la perspectiva para los Alpes era el sufrimiento.

Pero el maillot verde de la regularidad seguía a su alcance (3º a 41 puntos de Jonathan Milan) aunque aseguraba que no era ése su objetivo.

Sí aspiraba a levantar los brazos en la última etapa en París, con la subida al barrio de Montmartre.

Pero ahora le tocará "descansar durante al menos una semana antes de someterse a nuevos exámenes médicos para evaluar su recuperación y determinar los próximo pasos", indicó su equipo.

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