Vigésima y penúltima etapa del Tour, un día para "supervivientes"


Después de dos días en los Alpes, el Tour de Francia pone rumbo al norte, con París comenzando a perfilarse en el horizonte, en una penúltima etapa diseñada para el triunfo de una escapada, entre Nantua y Pontarlier (este).
Salvo catástrofe, la clasificación general no debería sufrir grandes cambios en esta etapa de perfil ondulado, con 2.900 metros de desnivel positivo, pero no lo bastante exigente como para que se desate una batalla entre los principales favoritos.
"Es una etapa típica para aventureros, para supervivientes. Será para los que les quede un poco de energía", explica a la AFP Thierry Gouvenou, arquitecto del recorrido del Tour.
La etapa cuenta con cuatro puertos puntuables, uno de segunda categoría, uno de tercera categoría, y dos de cuarta categoría. La última subida, la de de Longeville (2,5 km al 5,5%), se halla a 24 kilómetros de meta.
La batalla por la escapada promete ser intensa, y más aún por cuanto dos tercios de los equipos aún no han ganado ninguna etapa en este Tour, y después sólo quedará una oportunidad, el domingo en los Campos Elíseos de París.
La salida neutralizada de Nantua está prevista a las 10h05 GMT (las salida real 10 minutos después), y la llegada a Pontarlier a las 14h23 (horario calculado a una media de 45 km/h).