Asociaciones de Carnaval piden al gobierno reconsiderar la falta de presupuesto para realizar esta fiesta
Las Asociaciones de Carnaval legalmente constituidas alzaron su voz tras recibir la notificación de que, por primera vez desde 2015, no se asignará presupuesto para la celebración de los carnavales 2025.
La decisión fue comunicada el 21 de enero por la directora de Mercadeo de la Autoridad de Turismo de Panamá, Ana Victoria Pinzón, como parte del plan de contención del gasto público impulsado por el gobierno nacional.
En una carta dirigida al presidente José Raúl Mulino, las asociaciones manifestaron su descontento ante la medida, señalando que el apoyo otorgado anualmente por la ATP es importante para organizar esta festividad en diferentes regiones del país, promoviendo el turismo y la conservación de tradiciones nacionales. Aseguraron que además de su impacto cultural, el Carnaval representa un motor económico significativo.
Según las agrupaciones, esta celebración genera ingresos estimados entre 50 y 60 millones de dólares, beneficiando a sectores como transporte, hospedaje, música, artesanía y pequeños negocios, que dependen directamente de esta actividad para su sustento anual.
“Es preocupante que, a menos de 40 días de los carnavales, se nos informe de esta decisión, cuando ya hemos asumido compromisos económicos para su organización”, señalaron en el comunicado.
También recordaron que las asociaciones han cumplido con todos los requisitos legales exigidos por la ATP para recibir los aportes, lo que ha implicado inversiones significativas de su parte.
Por tal motivo, las agrupaciones que se encargan de la fiesta del Carnaval solicitaron una reunión urgente con el mandatario, para buscar alternativas que permitan replantear esta decisión y asegurar la continuidad de una de las festividades culturales más importantes del país.
Las asociaciones advirtieron que la ausencia de apoyo financiero no solo pone en riesgo la fiesta del rey Momo, sino también el sustento de miles de panameños cuya economía dependen directamente de esta celebración, que no solo es un símbolo cultural, sino un estímulo vital para el desarrollo económico y social de las comunidades del interior.