La mina reconoce que el Estado panameño es el propietario de los minerales y expresa voluntad de alcanzar nuevo acuerdo justo
La empresa operadora de la mina Cobre Panamá, First Quantum Minerals (FQML), reconoce como punto de partida que el Estado panameño es el propietario de los minerales del país, tal como lo planteó el presidente José Raúl Mulino y está dispuesta a reiniciar conversaciones con el Gobierno Nacional para poner nuevamente en marcha el proyecto minero.
“Reconocemos plenamente la propiedad soberana de los recursos de la República de Panamá. Mantenemos la esperanza de que, mediante un diálogo continuo y buena voluntad, podamos alcanzar un nuevo acuerdo justo y duradero que brinde los mejores resultados para todas las partes interesadas”, expresó el CEO de la compañía, Tristan Pascall, en conferencia con inversionistas, según declaraciones recogidas por Bloomberg.
El ejecutivo también dejó claro que la empresa está comprometida con alcanzar una estructura fiscal “justa” que refleje no solo los beneficios compartidos, sino también los más de $10 mil millones ya invertidos en el país.
Pascall señaló que “están listos para iniciar negociaciones formales con el nuevo gobierno para reactivar la que fue la mayor inversión privada del país, y que el reinicio podría significar un impulso importante tanto para la economía panameña como para el mercado global del cobre”.
Además, Bloomberg reportó que la empresa suspendió en marzo dos procesos de arbitraje internacionales (uno bajo el tratado de libre comercio entre Canadá y Panamá y otro ante la Cámara de Comercio Internacional), en un gesto de buena voluntad para facilitar un nuevo acuerdo con la administración de Mulino.
Por otro lado, la compañía también espera la definición oficial de la fecha de inicio para una auditoría independiente que permita evaluar las condiciones de las instalaciones y los riesgos ambientales, proceso que el gobierno había indicado que estaría listo hacia finales de este año.
En otro gesto reciente, durante el último trimestre la empresa exportó el cobre almacenado en el sitio, utilizando los ingresos para preservar y cuidar las instalaciones cerradas.
Esta postura pública abre una ventana de oportunidad para el país. Como dijo Bloomberg, la reapertura de la mina “impulsaría la economía panameña”, pero el camino deberá recorrerse con cautela, luego de las protestas masivas que marcaron la salida del gobierno anterior.