Editorial

Prepararse para lo más complicado

01 de julio de 2020

Las autoridades sanitarias iniciaron un proceso acelerado de preparación de los hospitales para enfrentar el incremento de los contagios y fallecidos por el coronavirus.

Se ensayan diversas estrategias para tener suficientes camas, unidades de cuidados intensivos y personal que impida un agotamiento acelerado del personal médico y científico.

Detener los contagios es un desafío que está relacionado también, con la disciplina social, individual  y colectiva de los los ciudadanos.

Para reabrir amplios sectores de la actividad productiva, necesitamos reducir los índices de contagio, haciendo lo que ya se hace visible: miles de pruebas diagnósticas, cercos sanitarios, campañas masivas de educación y sanciones ejemplares a quienes no acaten las medidas adoptadas para proteger la salud de las mayorías.

Lo complicado es que se rebase la capacidad  para atender a los enfermos y que los médicos tengan que decir quien recibe un respirador artificial.

Esta planificación permitirá reducir los peligros y salvar miles de vidas, en todo el país.

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