Alemania archiva la investigación sobre las escuchas de la NSA a Merkel
Berlín (AFP) - La fiscalía federal alemana anunció este viernes que archivaba la investigación sobre el presunto espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) a un teléfono móvil de la canciller, Angela Merkel.
'El fiscal general federal ha cerrado la investigación sobre las sospechas de espionaje al móvil empleado por la canciller por parte de los servicios de inteligencia' estadounidenses, porque las acusaciones 'no pueden probarse legalmente en el marco del derecho penal', señaló un comunicado de la fiscalía de Karlsruhe (en el suroeste del país).
La justicia alemana había anunciado el inicio de una investigación 'contra personas desconocidas', es decir, sin identificar a un presunto responsable, por hechos de espionaje y actividades a favor de un servicio de inteligencia extranjero.
Alemania se vio sacudida en el verano de 2013 por las revelaciones del extrabajador de la NSA Edward Snowden sobre un supuesto sistema de vigilancia masiva de conversaciones telefónicas y de comunicaciones en internet que afectaría a los ciudadanos alemanes, pero también a la propia canciller, durante varios años.
El presidente estadounidense, Barack Obama, excluyó entonces futuras operaciones de espionaje a Angela Merkel, lo que daba a entender, de facto, que estas sí se habían dado en el pasado.
Este viernes, sin embargo, el fiscal general alemán, Harald Range, informó de que los comentarios 'vagos' de Washington no eran una prueba solvente para demostrar que el espionaje se había producido. 'Las vagas declaraciones hechas por los líderes de Estados Unidos de América sobre una posible vigilancia de las telecomunicaciones de la canciller no son suficientes para describir (la existencia) de este tipo de actividades'.
'Los comentarios, interpretados por la opinión pública como una admisión general de culpabilidad, no absuelven de buscar pruebas sólidas en línea con los requerimientos del código criminal'.
- No solo era el móvil-
Interrogado en rueda de prensa ordinaria tras este anuncio, el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, se abstuvo de comentar la situación, aunque insistió en que el caso 'no concierne especialmente al teléfono móvil o a las comunicaciones (de Merkel), sino a todos los ciudadanos'.
'Se trata de saber si el derecho alemán es respetado por nuestros socios. Esto concierne a las diferencias de opinión que tenemos con nuestros socios sobre el equilibrio entre la exigencia en seguridad y la protección de datos personales'.
Cuando el escándalo estalló, Merkel llamó al presidente estadounidense, Barack Obama, y dijo en público a su tradicional aliado y socio en la OTAN que 'espiarse entre amigos' no estaba bien.
El episodio afectó profundamente a la tradicionalmente estrecha relación entre ambas potencias, que no habían pasado un momento similar desde la invasión de Estados Unidos en Irak en 2003. En julio de 2014, después de dos nuevos casos sobre un supuesto espionaje por parte de Washington, Berlín expulsó al representante de la CIA en Alemania.
Este año, sin embargo, los medios sacaron a la luz evidencias de que Alemania no sería simplemente una víctima, sino que su propio servicio de inteligencia, la BND, habría ayudado a la NSA a espiar a otros, entre ellos, al Gobierno francés, la Comisión Europea y el grupo Airbus.