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La suspensión del embargo de armas a Irán, escollo en la negociación nuclear

01 de agosto de 2019

Viena (AFP) - Uno de los 'principales problemas' que quedan por resolver entre Teherán y las grandes potencias es la cuestión del embargo sobre las armas impuesto a Irán por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2010, declaró este martes el ministro ruso de Exteriores ruso, citado por la agencia Interfax.

Las partes negociadoras 'están de acuerdo en que la mayoría de las sanciones deben ser levantadas', pero 'queda un gran problema en lo referente a las sanciones, el del embargo sobre las armas', declaró Sergei Lavrov, citado en este caso por la agencia Ria Novosti.

Los negociadores de las grandes potencias e Irán se encuentran entre la espada y la pared este martes, teórico último día de las negociaciones para llegar en Viena a un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní, y la hipótesis de un nuevo alargamiento es más que probable.

Tras diez días de negociaciones sin respiro en la capital austriaca, siguen tropezando en cuestiones 'decisivas', y no se puede excluir la posibilidad de un 'fracaso', confió horas antes una fuente diplomática alemana.

Para conjurar esa hipótesis que echaría por tierra cerca de dos años de esfuerzos destinados a apurar un contencioso que pesa en la relaciones internacionales desde hace más de doce años, ni la Casa Blanca ni Irán excluyen una nueva prolongación de las negociaciones.

'Yo diría que es muy posible', dijo Josh Earnest, portavoz del presidente de EEUU, Barack Obama, al ser interrogado por periodistas sobre el posible alargamiento del calendario respecto de la fecha límite.

Fijada inicialmente el 30 de junio, la fecha tope fue atrasada al martes 7 de julio de común acuerdo entre Irán y los países del P5+1 (China, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania).

Un nuevo aplazamiento, aunque sea de unas horas, requeriría prolongar este martes otra vez el acuerdo intermedio que sirve de marco para las negociaciones desde noviembre de 2013 y prevé una suspensión parcial de las sanciones a Irán y la congelación de parte de sus actividades nucleares.

El acuerdo buscado pretende garantizar que el programa nuclear de Teherán no pueda tener usos militares, a cambio de una anulación de las sanciones internacionales que ahogan la economía del país desde hace años.

La República islámica ha negado en todo momento que haya tenido o tenga objetivos nucleares militares. Pero Teherán reivindica el derecho a explotar una cadena nuclear civil completa, incluyendo el enriquecimiento de uranio.

- 'Todavía no está hecho' -

Tanto Irán como las grandes potencias han expresado su voluntad de llegar hasta el final aunque se niegan a suscribir un 'mal acuerdo'.

'Todavía no está hecho. No deberíamos subestimar el hecho de que importantes cuestiones no están solventadas. Si no se produce un movimiento en relación con estas cuestiones decisivas, no se puede excluir un fracaso', declaró la fuente alemana.

Todos los ministros de las partes implicadas en las negociaciones se reunieron el lunes en sesiones plenarias por primera vez en esta ronda final de negociaciones. Sin poder anunciar el esperado 'avance'.

A pesar de la conclusión de un acuerdo marco en Lausana el pasado mes de abril, los titulares de Exteriores de EEUU e Irán, John Kerry y Mohamad Javad Zarif, que apenas se han levantado de la mesa de negociaciones estos últimos días, no han conseguido solventar todos los puntos litigiosos.

Un portavoz iraní tampoco excluyó una prolongación de las discusiones, incluso más allá del jueves 9 de julio, fecha estipulada para presentar un acuerdo al Congreso de EEUU para que pueda ejercer su derecho de seguimiento. Más allá del 9 de julio, la puesta en marcha de un acuerdo llevaría al menos dos meses.

Las negociaciones tropiezan en los mismos puntos clave desde hace meses, esencialmente la cuestión de las sanciones. Teherán quiere una anulación sustancial y rápida de las sanciones, sobre todo las adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU a partir de 2006.

El P5+1 insiste en un proceso progresivo y reversible por si Teherán no cumple sus compromisos. 'En algunas cuestiones, las líneas rojas de cada parte más bien se han acercado y en otras sigue habiendo problemas', declaró una fuente oficial iraní que requirió anonimato.

'Los últimos metros de un maratón son siempre los más difíciles, pero también los más importantes', declaró el lunes el ministro francés Laurent Fabius.

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