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Los socialdemócratas, favoritos en legislativas en Dinamarca

02 de agosto de 2019

Copenhague (AFP) - Los daneses votaban este miércoles en unas elecciones legislativas centradas en la urgencia climática y las reivindicaciones sociales, con los socialdemócratas favoritos para volver a gobernar Dinamarca.

Los 4,2 millones de electores de Dinamarca, miembro de la Unión Europea pero no de la Zona Euro, empezaron a partir de las 08H00. Los colegios electorales cerrarán a las 20H00 (1800 GMT).

'Pienso que es importante apoyar la democracia y participar, por eso vine tan pronto', dijo Amalie Falck-Schmidt, una electora de 29 años.

Los sondeos indican que los socialdemócratas de la dirigente Mette Frederiksen tienen alrededor del 27,2% de las intenciones de voto, lo que representa una ventaja de casi 10 puntos porcentuales sobre el primer ministro y jefe de los liberales, Lars Løkke Rasmussen.

Se trata de una momento importante, ya que Rasmussen gobernó el país durante 14 de los últimos 18 años.

'Muchos electores desean un cambio, especialmente aquellos que esperan votar por primera vez', apuntó el politólogo Flemming Juul Christiansen, de la universidad de Roskilde.

Al igual que Gustav Lindegaard, de 18 años, el 57% de los electores (nivel que en la franja de 18 a 35 años es de uno de cada tres) estiman que el próximo gobierno deberá priorizar la cuestión climática por delante del control de la migración.

'Pienso realmente que el cambio climático es el asunto más importante', dijo el joven, quien participa de su primera elección.

- Prioridad al clima -

Los ecologistas del Partido Popular Socialista, uno de los tradicionales pilares de los socialdemócratas, tienen viento a favor. Podrían, incluso, duplicar su votación, del 4,2% al 8,3% de los sufragios, según las encuestas de opinión.

A su vez, los socialdemócratas, quienes se comprometieron a poner la cuestión climática en el centro de sus atenciones, pretenden formar un gobierno minoritario, una tradición del país.

Así, ignorarían los llamados del liberal primer ministro para constituir un nuevo gobierno apoyado en los dos bloques.

'Deseamos cooperar con los partidos de la izquierda y la derecha' analizando caso a caso, según los temas, afirmó a la prensa el número dos del partido socialdemócrata, Nicolai Wammen.

En ese cuadro, podrían colaborar con la derecha en las cuestiones migratorias, y con la izquierda en otros asuntos.

No obstante, la fragmentación del escenario político podría forzarlos a establecer alianzas más permanentes y no solamente temáticas, para garantizar la estabilidad del nuevo gobierno.

Apoyados en un crecimiento robusto, finanzas públicas sanas y una situación próxima al pleno empleo, los socialdemócratas prometen cesar los seguidos recortes en los presupuestos para la salud y la educación.

Pero esta defensa del papel del Estado viene aparejada a la continuidad de una política restrictiva para extranjeros, como fue definida por el Partido Popular Danés (DF), euroescéptico y anti-inmigrante.

- Inmigración en análisis -

El DF, un partido de la derecha, es central en la política dinamarquesa desde 2001 y ha pagado un alto precio por su apoyo a los gobiernos liberales en la pequeña monarquía parlamentaria de 5,8 millones de personas, el 10% de las cuales nacieron en el extranjero.

Segundo partido más importante en las elecciones de 2015, con el 21,1% de los votos, el DF había conseguido la presidencia del Parlamento. Sin embargo, sondeos de intención de voto indican que su caudal de apoyo se desplomaría a un 10,7%.

'Los socialdemócratas son su mayor problema. Con su línea dura contra los extranjeros, Frederiksen ha arrebatado votos del DF', dijo la analista Anja Westphal.

Wammen, en tanto, señaló que los socialdemócratas 'mantenemos una política de inmigración firme y realista. Pensamos que Dinamarca y los otros países tiene la responsabilidad de ayudar a quien lo necesita, pero hay un límite en el número de personas que pueden venir'.

Además del DF, otros dos partidos de extrema derecha están en la disputa en las legislativas y podrían llegar al Parlamento, el Folketing.

Pero ninguno de esos partidos de la extrema derecha presentan cualquier tipo de programa con relación al cambio climático, principal prioridad de los electores.

El parlamento dinamarqués completa 179 legisladores, incluyendo cuatro de los territorios autónomos ligados al reino: dos por Groenlandia y dos por las islas Feroe.

Para poder ocupar bancas en el parlamento, un partido debe obtener por lo menos 2% de los votos.

La participación electoral es tradicionalmente elevada en Dinamarca. En las elecciones de 2015, nada menos que el 85,9% de los electores salieron de sus casas para ir a votar.

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