Insisten en un diálogo
Para los especialistas, es hora de que las partes en conflicto hagan un alto en sus pretensiones y como un acto de buena fe acuerden entablar conversación











Las protestas lideradas por gremios de trabajadores entran a su sexta semana sin perspectivas de pronta solución, lo que repercutiría en incrementar el desempleo, ahuyentar la inversión internacional y permitir que el país sea blanco de campañas internacionales de desprestigio, así lo expresan diversos analistas.
El sociólogo Milcíades Pinzón hace un llamado a creer que como panameños podemos resolver los conflictos. “El país no puede continuar con este encrespamiento social o violencia callejera e institucional, porque estamos dando una imagen internacional de ser un país en anarquía”.
Para resolver los conflictos, la catedrática universitaria Lollalty Moreno de Cuviller propone escuchar las solicitudes en un diálogo. “No puedes desoír la demanda de los trabajadores, que es la población productiva del país. No veo intensiones de disminuir el conflicto si no existe un interés real de dialogar y prestar atención a las demandas”.
El analista José I. Blandón agrega que, al ser un problema político, no se soluciona con policía, sino buscando acuerdos. “El problema central es la falta de empleo, cómo abordo: solucionando el problema de la ley de interés preferencial, modificando los artículos de la Ley de la CSS que preocupan a los grupos en conflicto, planteando diversas opciones para el problema del suministro del agua al Canal, establecer una solución al problema minero, que brinde alternativas al desempleo y dinero que necesita el gobierno para las pensiones. Crear un esquema para enfrentar la corrupción y una política de austeridad del gasto público”.


ml | Los miembros de la Conferencia Episcopal Panameña, el Comité Ecuménico y el Comité Interreligioso, reiteraron su preocupación por el clima de confrontación que se vive en el país.
“Como representantes de distintas confesiones religiosas, unidos por el deseo compartido de paz, justicia y bien común, hacemos un llamado a las autoridades, movimientos y a todos los actores políticos y sociales para que revisen el lenguaje con el que se dirigen al país y entre sí. El respeto, la mesura y la responsabilidad en la palabra y las acciones son condiciones necesarias para construir puentes”.