Entre lo positivo y lo negativo

En medio de la zozobra y la incertidumbre por saber hasta cuándo viviremos con el virus que llegó para cambiarnos la manera de vivir, se han podido rescatar cosas positivas.

En cuanto al confinamiento hay que valorar el tiempo que hemos podido compartir con la familia, al menos con tu burbuja del hogar. Antes, entre el viaje al trabajo y horas de tranque, casi era poco lo se estaba en casa. 

En cuanto a lo negativo, ha sido un año muy difícil en distintos aspectos: familiar, económico y hasta psicológico.  

El encierro, la pérdida de familiares y de empleos ha tocado fuertemente a numerosos hogares. 

El sistema de salud ha sido tocado al borde de colapsar. Hay quienes después de tantos meses con la pandemia no han terminado de entender lo grave de la situación y continúan incumplimiento todas las reglas. 

Lamentablemente para algunos es difícil sentir cómo afecta el virus hasta que les toca a una persona a quien se quiere mucho. Las historias de los médicos o quienes han estado hospitalizados son para reflexionar.

Recientemente especialistas que han estado viendo de cerca cómo evolucionan los casos comentan que incluso se han quedado escasos de herramientas para atender a los pacientes contagiados, y más sensible es saber que también las camas están llenas y cuando un panameño fallece en el hospital es que se desocupa una cama para otra persona que está en espera para la hospitalización. 

Ante todo esto es importante recordar que nosotros somos responsables de cada situación desde el punto de vista que lo que estamos enfrentando es un virus que depende del comportamiento personal y social. Feliz Año! y a seguir cumpliendo con las medidas de bioseguridad. 

Thailyn Jiménez
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* Periodista.