Opinión

Alfredo Arango: Los tipos de personalidad en el ámbito académico y profesional

31 de diciembre de 2020

He pasado la mitad de mi vida internándome en un sinnúmero de ambientes  de capacitación y profesorado de todo tipo, en los cuales he llevado mi mensaje claro de que su activo más importante son los educandos,  el Capital Humano  porque son quienes aportan su energía, aptitudes, inteligencia y destrezas a los objetivos de la Educación/Entrenamiento.

En mis constantes seminarios les recuerdo que los que dan vida a las instalaciones, que educan a las personas, de cualquier edad, con procesos y técnicas diversas, son seres humanos.

Gente, con vida propia. Personas con deberes cotidianos, que madrugan para preparar el día de sus familias y transportarse al lugar de estudio desde muy lejos; para regresar a sus casas al anochecer y abordar con gracia y empeño todas las responsabilidades de administrar su vida de hogar.

En el universo de la enseñanza, el conocimiento de las personas (alumnado y componente profesoral), haciendo una analogía: son el software del trabajo; mientras que las Instalaciones, Metodología, Pedagogía, Equipos y Procedimientos: representan el hardware. Incrementar la productividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Identificar errores en los métodos y contenidos de estudios. Reducir el ausentismo escolar, haciendo atractivo el aprendizaje según las diversas personalidades.

Mejorar la comunicación educador-alumno, con el fin de asegurar un adecuado clima propicio para el aprendizaje    A pesar de que la mano de obra siempre ha sido considerada importante en el desarrollo de las tareas, no fue sino hasta fines de los años 60, los 70 y sobre todo en la década de los 80 con la Calidad Total (Catell) que las personas fueron identificadas como el activo más importante de toda organización, con habilidades, destrezas y personalidades únicas. 

La personalidad es la suma total de las formas en las cuales un individuo reacciona o actúa con otros (Salvatore).  

Se considera que mientras que el Temperamento se hereda, la Personalidad, es una combinación de genética y aprendizaje en relación con el medio en que crecemos y los modelos que nos crían.

Veamos como recomiendo manejar las diferentes personalidades, en el aula o e las capacitaciones laborales   de diferentes ámbitos.

El Discutidor: Neutralizar  su ansiedad (Técnica del Eco: reflejar palabras y posturas).   El Positivo: Permitirle que se exprese y aporte recurrir a él. 

El Que Todo lo Sabe: Buscar el sentimiento detrás, dejarlo destacar. 

El Locuaz: Afianzar nuestro punto con tacto, poner un límite a su charla. 

El Tímido: Ponerle la cosa fácil, darle seguridad y confianza en sí mismo. 

El Ausente: Inducirlo a mostrar su opinión. Buscar un tema en común. El Reflexivo: Actuar con cifras tomando en cuenta  sus conocimientos. 

El Pedante: No criticarlo ni caer en su provocación. Alábelo. 

El Astuto: Tratará de tender una trampa. No dejarse sorprender ,pida apoyo.  El Bromista: Sonreírle y si soltarle otra broma con tacto y con respeto.  El Agresor: Firmeza  apoyarse en los datos y plantear la verdad al grupo. 

El Indeciso: Dejarlo  que titubee sin  alternativas que le provoquen ansiedad. 

El Dominante:  Que exhiba su condición y al final obligarlo que se defina. Exhibicionista: Aprovecha  para lucir su ego; éntrele al juego y limítelo. 

El Complicado: No sabe expresarse, todo lo pone en forma confusa. Adivine. El Obsesivo: Quiere algo en forma exacta a lo que pide, minucioso, detallista. 

El Desconfiado: Tiene sentimientos de persecución. Cree que todos le quieren hacer algo. Apláquelo. 

El Histérico: Teatral, le gusta lucirse delante de otros. Enfermizo. Exagera emociones. ¡Dramatícele!  El Ciclotímico: Un día viene alegre, al siguiente decaído. Temperamento variable. Súbase a su ánimo. 

El Malhumorado: Está molesto y usted no sabe por qué. Querrá iniciar una discusión contra la clase o el/la Profesor/a. Tenga firmeza. 

El Narcisista: Inteligente, sin valores. Con Propensión a hacer trampa.  Sociópata o Psicópata Mitómano (mentiroso patológico), alto control de emociones. No tiene remordimiento. Atractiva personalidad. Extremo cuidado ya que podría agredir al educador o a sus compañeros. Propenso al delito.
 

 

 Alfredo A. Arango
Psicólogo, Docente y Escritor
[email protected]

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