Opinión

Programación neurolingüística creando energía positiva

16 de abril de 2021

¿Cómo Creamos Estados y nuestros comportamientos?  A través del flujo de electrones en las redes nerviosas.

Puede ser producida por substancias de bienestar físico (endorfinas) o de toxicidad (altos niveles de cortisol - produce emociones negativas. La vida no es como es, sino como  la interpretamos.  

Pensando  siempre en el mejor escenario: ¿Qué es lo mejor que me puede pasar?, vas atrayendo las cosas buenas, desarrollando habilidades, en ese Diálogo Interno Mental: ¿Qué es lo Mejor que me puede pasar? ( en vez de estar pensando en el peor escenario.

De la forma como nos comunicamos con nosotros mismos, depende, cómo nos comunicamos con los demás.

Ese es el Diálogo Interno Mental y los Programas que nos han hecho en la vida nuestros mayores.  Tenemos 60,000 pensamientos diarios, ¿cuántos son a favor y cuántos son en contra? ¿Cómo manejas los disgustos y los proyectas en el cerebro?

De la forma como nos comunicamos con nosotros mismos, depende cómo nos comunicamos con los demás.

La Información que el cuerpo le pasa a la mente: a) Postura del Cuerpo, b) Bioquímica de lo que comemos; c) Energía Nerviosa de nuestro ánimo y actitud, d)  Respiración y cómo nos oxigenamos/relajación muscular.

El Coronel Sanders, inventor de la receta de los Pollos Kentucky, 1009 restaurantes  y en todos le decían no, pero el siguió insistiendo y en el 1010, le dijeron que sí  y actualmente es la franquicia más popular de Pollo Frito. Qué se decía mentalmente  este personaje: “Mi producto es único, mi pollo es delicioso”.

Y actualmente es una de las franquicias más populares. Soy el mayor de 60 nietos de unos abuelos que tuvieron 11 hijos. Desde niño me quisieron sobreproteger.  

En la Finca íbamos al río los primos a pie, y a mí me llevaban a caballo. Cuando había un objeto enterrado y todos, ayudaban a quitarlo del camino, mi abuelo me  decía” tú quédate en el caballo, tu eres hombre de lápiz y papel” Así crecí, creyendo que no tenía habilidades con las manos, y hasta para armar los juguetes de Navidad de mis hijos  pedía ayuda a mis hermanos.

Cuando tomé este curso en la American Society for Training & Development  asistí a esta charla de “Programación Neurolingüística” y me desprogramé en lo que suponía era mi incapacidad  para lidiar con las  cerraduras y cosas manuales.

Mi esposa universitaria tenía un carro con un “bastón” de seguridad, para evitar robos. Un día me llamaron que saliendo de clases, el “bastón se había trabado”.

Fui de inmediato, y ya eran las 8 de la noche y el bastón trabado (volante y pedal) estaba ella y un señor que la ayudaba y decía, “que habían tratado, por todas las formas de destrabarlo, que mejor llamáramos a una grúa, para que el carro no durmiera solitario en un estacionamiento”.

Mientras el trataba de convencerme, “trac”, lo destrabé, y dije: “es que a mí las cerraduras no se me traban” : Superando el Paradigma de mi “supuesta “ torpeza con las manos, que me habían hecho creer toda la vida.  

Y así hay montones de historias, cuando fui en avión a la Feria de David, (para un cliente ) se morían de la pena, porque no podían abrir la puerta con todo los adornos.

“Se va a tener que regresar en el avión de la tarde, porque este candado  nadie ha podido abrirlo. Yo persistí y lo abrí diciendo, “es que a mí las cerraduras no se me traban”. Etcétera, hay mil historias más.
Un cliente de una compañía naviera chiricana me dijo que en una emisora local, estaban desprestigiándolo. Metí a un joven a hacer  “práctica profesional” (supuestamente) y yo iba todos los días para supervisar que decían de mi cliente y hablando la verdad y los beneficios  que aportaba, logré frenar la campaña. 
Solo en mi finca de la montaña subí un Jueves Santo al “Lavado de los  Pies”, en la iglesia rural. Atravesé mi finca en un área de verdadera montaña tropical, escuchando los rugidos del tigre, a quién mi papá me había enseñado que se mantenía alejado si golpeabas con una vara otros árboles, más delgados.

Así  hice y llegué a la ceremonia, con los ojos atónitos del Sacerdote, que me obligó a dormir en una hamaca, para pasar la noche.

En la mañana tempranito, sin ninguna amenaza, regresé a todo galope  a mi cabaña en medio de la Selva, sin que ningún animal me molestara. 

Con el pasar del tiempo, gracias a este Seminario, me desprogramé en muchas cosas, que yo creía que no podía hacer y lo mejor.

He desprogramado a muchas personas, sacándolos de sus miedos y supuestas incapacidades que le inculcaron en su niñez. 

 

 

Alfredo A. Arango
Psicólogo, Docente y Escritor
[email protected]

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