Opinión

El derecho a disentir

21 de junio de 2021

La calidad de la democracia se mide por la capacidad de disentir en un entorno de respeto. Cuando la respuesta a una posición diferente, a una opinión o a un pensamiento contrario es la burla, la ofensa o el descrédito se está vulnerando el derecho a disentir y por consecuencia aquellos que accionan de esa forma quedan violentando la democracia.

Si se quiere vivir en democracia debemos enriquecerla aprendiendo disentir con respeto. Debemos entender que al disentir no debe llevarnos a extremos de tratar de imponer nuestras formas de pensamientos por medio de la agresión verbal, mediática o intencional.

Nos encontramos en medio de circunstancias inéditas, en medio de una pandemia donde están surgiendo toda clase de reacciones ante la situación, pero tales circunstancia no pueden ser elementos justificantes para atacar a quienes están empeñados en que en medio de tan extraño escenario se pueden cambiar las cosas.

Como ciudadanos pensantes debemos dudar de aquellos que se creen dueños de la verdad absoluta y tildan de estorbos a quienes disiente de su forma de pensar. Todos los seres humanos tenemos los mismos derechos no importa el supuesto nivel intelectual de quienes se creen superiores.

No nos dejemos manipular por quienes utilizan el ataque ya sea escrito o verbal para desmeritar. Aquellos que proponen soluciones fuera del orden constitucional, teorías conspirativas o se atreven a insinuar que el ciudadano no tiene la capacidad de pensar por sí mismos y son ellos cuales mesías autoproclamados que deben guiar a las masas hacia el jardín del edén, pero con ellos a la cabeza sin que nadie los contradiga. 
*M.Sc. Adm. Industrial

 

Gabriel J. Perea R.
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