Opinión

Urbanización clandestina

23 de junio de 2021

Los asentamientos informales son un problema de magnitud y complejidad sin precedentes. Las autoridades locales contabilizan más de 400 terrenos invadidos a nivel nacional. Una muestra algo difícil de especificar ya que se ha convertido en una práctica muy común en el país.

Sin embargo, estos términos nos muestras cuanto le está costando a las autoridades alojar a los residentes dentro de los planes formales. Pero, ¿Cuáles son las causas de este masivo incumplimiento?, es evidente que los bajos ingresos y la capacidad limitada de los núcleos familiares para pagar una vivienda son parte del problema, así como la falta de inversiones en infraestructura, como la  dificultad para acceder a créditos.

El fenómeno del desarrollo de asentamientos informales ha aumentado en gran escala. Tanto que ya no son tan relevantes, las razones anteriores mencionadas para invadir un terreno, existen sí, pero no es siempre así. Sino que lo han convertido en un productivo negocio. Una trama de corrupción.  

Permitiendo  que familias formen una comunidad ilegal.   Así, la incapacidad de los gobiernos municipales para anticipar, articular y ejecutar políticas de tierra y  vivienda  diseñadas,  también forman  parte del problema. Medidas mal concebidas siguen estimulando la urbanización informal en vez de frenarla. Hay que tener cuidado con eso.

Estrategias que  puedan mejorar realmente las condiciones y la calidad de vida de las familias son necesarias. Pero también se necesita certeza del castigo. Castigo para aquellos grupos que se aprovechan de la necesidad de otros. Aquellos que venden un terreno que no son de ellos, aquellos que piden coimas y animan a otros a crear urbanizaciones clandestinas. * La autora es periodista. 

 

Mayela de Sedas
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