Opinión

No quiero lloradera

27 de junio de 2022

El interés del ser humano de inmunizarse de enfermedades que por siglo costaron la vida a miles de humanos tiene millones de años. 

Con los avances de la tecnología el proceso es hoy más rápido, eficiente y confiable. Atrás quedaron los años en que se inoculaba con el virus activo.   Actualmente se habla de atenuadas, inactivas, recombinadas, biosintéticas y, con la aparición del Covid-19, mucho se ha escuchado las ARN mensajero. Creadas por científicos que han buscado combatir las enfermedades que aqueja a los seres humamos durante gran parte de su vida.  

En Panamá, contamos con uno de los mejores planes de vacunación de Latinoamérica y pero no es menos cierto que es común de lo que quisiéramos ver a las enfermeras correteando y a las autoridades arreando a las personas para que se coloquen las dosis años con año.  

A pesar de los que muchos piensan son los adultos, y entre más adultos más reacciones, los que huyen a las inyecciones, arriesgando su vida y la de las personas con las que conviven.   

Es importante que tomemos conciencia que vivimos en un país que conecta el mundo, nuestra posición geográfica es una ventaja, pero también es una puerta de acceso a lo bueno y a lo malo entre ello enfermedades que pueden robarnos la vida y lo mejor es estar protegidos. 
 * Periodista. 

Yalena Ortiz
[email protected]
 

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