Opinión

El acto de Contrición

30 de junio de 2022

Con relativa frecuencia, los católicos, deseamos confesarnos, con un sacerdote, para poder comulgar. Sin embargo, se da comúnmente, que los horarios de los Curas Confesores,  no correspondan con los horarios en que los necesitamos, para descargar nuestras conciencias y poder Comulgar.  

A la Iglesia que voy los domingos, no aparecen a veces los padres que confiesan y con las personas, que se quedan esperando, al igual que yo; les ofrezco rezar El Credo, para poder comulgar, aunque no nos hayamos confesado .Lo aprendí en el Colegio  de los Agustinos, donde estudié todo mi secundaria.

“Creo en Dios Padre, todopoderoso, Creador del Cielo y la tierra; creo en Jesucristo, su único hijo, Nuestro Señor, quien fue  concebido, por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María la Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos y al 3er día, resucitó entre los muertos; subió al cielo; y está sentado a la derecha del Padre. Desde ahí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos. Creo en El Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Consagración de los Santos, el perdón de los pecados y la vida perdurable (del mundo futuro), Amén.”

“Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa; por tanto ruego  a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel; a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y a todos los santos, que intervengan por mí, ante Dios todopoderoso. Amén”. 

Después de  esta Oración, de penitencia y ruego, puede una persona ir a recibir la Ostia, en el acto de Comulgar. Lo he realizado numerosas veces, sobre todo, en un salón, donde estamos  varias personas y no aparece el Padre Confesor, por diferentes razones. En voz alta, lidero rezar el Credo, para que podamos comulgar.

Por supuesto que me lo agradecen efusivamente. Así, me siento limpio, descargado de culpas por mis fallas  poco cristianas, las cuales supero con un Acto de Contricción, antes de comulgar en pecado; el Credo , me funciona, como una oración, para poner “en blanco, mi alma pecadora y poder ir a comulgar el cuerpo y la sangre de Jesús, en las ostias consagradas”.
* El autor es psicólogo, instructor y escritor.
 

Alfredo A. Arango
[email protected]
 

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