Cuando estoy contigo

Hoy traje rosas y vino para ti, las mismas rosas que cultivamos en el amor; amor que nos llenamos cargados de emoción.

Hoy te sigo esperando sentado en el mismo café con las manos sudorosas por volverte a ver, así como la primera vez.

Quiero quedarme dormido entre tu piel morena y que sea “esta noche quizás” que me devuelvas la vida.

Cuántas cosas hemos vivido en el amor, en la amistad y en la distancia; somos ese desliz dispensado de citas pendientes, de besos, caricias y querer.

Ya amaneció y en mis brazos despertando otra vez estás, nada ha cambiado, nuestros cuerpos no quieren separarse; el sol salió y otra vez nuestros cuerpos tienen ganas, desde la habitación podemos escuchar el bisbiseo de las olas del mar.

Sonreímos desvelados de tanto haber amado, nuestra habitación como fiel testigo de lo que fue, comencemos otra vez, cerraré las persianas para que no entre la luz y que siga la noche.

Quiero beber la miel de tu cuerpo en cada amanecer y que mis manos exploren cada rincón de tu piel hasta llegar al final de tu ser.

Quiero darte las gracias por coincidir en mi vida y hacerme ver algunas cosas con otros ojos, es saber que la vida no es para acumular cosas, es tener cosas que comprender. Todo comienzo proviene del término de otro comienzo.