Opinión

De tránsito a destino: cómo Panamá conquista al viajero que se queda

06 de noviembre de 2025

El año 2025 se perfila como un punto de inflexión para el turismo en Panamá. Las últimas cifras de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) señalan que de enero a julio de este año la llegada de visitantes internacionales aumentó un 4.3% respecto al mismo período de 2024, y los ingresos turísticos crecieron un 8.3%.

Asimismo, se reporta que en el primer semestre ingresaron más de 1.14 millones de turistas que pernoctaron (un 8.4 % más que el año anterior) y el gasto promedio por visitante alcanzó US $2,207 durante una estadía promedio de ocho días (US $275 diarios).

Estas no son solo señales de recuperación: son claras muestras de que Panamá se está reposicionando estratégicamente como destino de calidad en la región.

El turista pernoctante es el verdadero barómetro de salud del sector. No se trata solo de un número de llegadas, sino de cuánto ese visitante se queda, cuánto gasta, en qué nivel de alojamiento, qué perfil de experiencia exige. Por ejemplo, según MacroTrends datos históricos muestran que Panamá registró un gasto total del turismo internacional de US $7.05 mil millones en 2019, y luego de la crisis sanitaria, solo US $1.84 mil millones en 2020.

La llegada y consolidación de marcas de lujo o reconocidas el la región, no es una casualidad: es la respuesta a una demanda creciente de viajeros que exigen infraestructura de clase mundial. Este tipo de propiedades elevan la vara del alojamiento y dominan cadenas de valor que trascienden la habitación: restauración fina, wellness, empresariales y convenciones o los que se enfocan en la experiencia de sus huéspedes como el centro de su estadía.

Aquí es donde aparece otro eslabón de la cadena que refuerza el ecosistema completo: el modelo de hostales o alojamientos de alto estándar accesible.

En los últimos tres años, Panamá ha sido escenario de una inversión hotelera estratégica y sostenida, impulsada por reconocidas cadenas como Marriott, Radisson y Viajero Hostels. Esta combinación que, integra grandes marcas de lujo con alojamientos de carácter más flexible, orientados al viajero joven con libertad financiera, complementa de manera coherente la arquitectura de “calidad turística” que el país está consolidando: un modelo en el que la captación del turista pernoctante de alto valor no depende exclusivamente del ultra-lujo, sino de una oferta más diversa, moderna e inclusiva.

La industria hotelera regional ve a Panamá como un mercado clave porque está demostrando que prioriza cantidad y calidad. Al elevar los estándares de alojamiento mediante aperturas emblemáticas y mejorar el “mix” de oferta, garantizamos que el crecimiento proyectado para el 2025 y más allá se traduzca en prosperidad económica duradera. Por ejemplo, si se alcanzan los 2.3 millones de turistas pernoctantes proyectados por la ATP y PROMTUR Panamá, y cada uno gasta en promedio US $2,200 por estadía, estamos hablando de más de US $5 mil millones en impacto directo.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la ocupación hotelera del primer semestre de 2025 se mantiene relativamente moderada (58.1 % para el período enero-julio) según monitoreo de la ATP.

Esto indica que aún existe capacidad disponible para absorber más oferta, siempre que se mantenga el enfoque hacia la calidad y el turista pernoctante.

* Gerente Regional de Operaciones para Centroamérica y México, Viajero Hostels.

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