Dependencia tecnológica
Cuando algún componente tecnológico no funciona como debería hacerlo se desencadena una serie de efectos dominó que pueden hasta paralizar la producción de empresas, el sistema educativo, la justicia y todo lo que se pueda imaginar.
La tecnología ha acompañado al hombre en su evolución e imaginar la vida sin ella nos resulta difícil.
El internet y las aplicaciones han venido a hacernos la vida más fácil, pero solamente cuando funcional correctamente. Un simple error de programación o de mantenimiento en el sistema puede significar pérdidas millonarias.
Tal grado de automatización ha traído ventajas y desventajas tanto para los usuarios finales como para los administradores.
Estos errores nos recuerdan que por muy maravillosos que parezcan algunos servicios en línea siempre hay espacios para los errores y el mal funcionamiento.
Después de todo fueron creados por manos humanas y los humanos somos expertos en equivocarnos.
Y ni hablar de las vulneraciones que pueden sufrir los sistemas en línea. Existen personas inescrupulosas que se encargan de enviar ataques focalizados para vulnerar las falencias en los sistemas.
Sin embargo, no hay vuelta atrás, las tarjetas perforadas y las bases de datos arcaicas son temas del pasado, no hay forma de volver a lo análogo. Toca evolucionar y adaptarnos al uso de la tecnología y mejorar los tiempos de respuesta ante la falencia de algún sistema.
* La autora es periodista.
