Opinión

Drones y globos

06 de junio de 2024

Recientemente Pyongyang lanzó al menos 260 globos con basura y desechos orgánicos como “gesto de sinceridad” a los cielos de Seúl, demostrando su comportamiento infantil, que dificulta una convivencia pacífica, y el esfuerzo dirigido a reunificar la península de coreana. Un globo es un recipiente de material flexible relleno de aire, agua o helio, a menudo usado como juguete para los niños, hechos de látex o papel aluminio, utilizado en celebraciones para conmemorar algún eventos o marcas comerciales. En los juegos infantiles, el objetivo es lanzar e impactar al rival con el mayor número de globos llenos de agua, para decir al ganador. La primera vez que se utilizaron globos fue el 26 de junio de 1867, cuando el ejército de Brasil utiliza un globo aerostático de observación en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, de allí en adelante es otra historia. En el desarrollo de las estrategias globales de defensa, se han utilizado con éxito aeronaves no tripuladas. Tal como sucede en Ucrania donde el conflicto con drones y globos parecen salir de juego infantiles, y de videojuegos, que en la realidad no lo son. El uso de sustancias químicas para matar, herir o incapacitar al enemigo, durante la Primera Guerra Mundial, pero con el Protocolo de Ginebra de 1925, el uso de armas químicas y bacteriológicas, gases asfixiantes, venenosos o de otro tipo fueron prohibidas. En tiempos de alta tecnología surgen los vehículos aéreos no tripulados (VANT), mejor conocidos como Drones, aeronave sin tripulación, reutilizable, capaz de mantener de manera autónoma un nivel de vuelo controlado y sostenido, propulsado por un motor de explosión, eléctrico o de reacción, que puede llevar una carga explosiva según las circunstancias. Dicho esto, el intercambio de globos entre ambas partes en la península coreana, tomo un giro insólito, al enviarse materia fecal y basura, en clara violación al derecho internacional y una amenaza grave a la seguridad de la humanidad, una acción inhumana y grosera. Panamá se adhiere en el 2017 a la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (RCSNU 1540), adoptada en el 2004, sobre la proliferación de armas nucleares, químicas, biológicas, radiológicas, sus sistemas vectores y su financiamiento, para prevenir la difusión de armas de destrucción masiva a actores no estatales que amenazan la paz y la seguridad internacional. La coexistencia es la paz, y Panamá debe llevar el liderazgo y exhortar que ambas partes retomen el diálogo para una reunificación pacífica, donde los elementos simbólicos que exhortan se vuelvan una realidad.

* Historiador

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