EDITORIAL : Educación de calidad

La mayoría de los padres de familia de estudiantes matriculados en colegios públicos de todo el país, decidieron enviar a sus hijos a las escuelas, en un claro rechazo a la huelga general indefinida iniciada este miércoles.
Se trata de un movimiento político que no tiene relación alguna con exigencias para mejorar la calidad de la educación, los contenidos y la preparación.
Cada vez que se pierde un día de clases en el sector público el daño es irreversible y nunca se logra recuperar la formación de los jóvenes.
La dirigencia magisterial, en los últimos años, ha politizado sus actividades e ideologizado la narrativa que utilizan para dialogar con el país y la sociedad.
Se declaran opuestos a la nueva ley de la Caja del Seguro Social (CSS), pero no ofrecen alternativas realistas y realizables. Con la huelga nadie gana.