EDITORIAL : Pescar en río revuelto

Está claro que los que están alentando los cierres de calles y las protestas violentas no quieren nada bueno para Panamá. No son ningunos patriotas como se quieren hacer ver, secuestrado una condición de todos los panameños que salen a trabajar todos los días, para tener un mejor país.
Panamá no es una nación perfecta y tiene muchos problemas y desafíos, un gran número de ellos heredados y mal atendidos en el tiempo.
Sin embargo, eso no le da el derecho a ningún gremio o sindicato a subvertir el orden público, desconocer las reglas de la democracia o desafiar a las autoridades democráticamente electas.
Las huelgas actuales, los cierres deliberados de calles que paralizan la actividad productiva y los encapuchados violentos que crean desasosiego no son protagonistas improvisados. Sus intenciones son otras.