El privilegio de la salud
Ser pobre y pensar en ir a un chequeo médico de rutina en nuestra querida Panamá puede ser todo dolor de cabeza.
Por un lado, podemos optar por el sistema público y empezar la solicitud de cita en la Caja del Seguro Social (CSS), con suerte en un par de meses tendrá un resultado y cuando lo atienda un médico general seguramente le mandarán realizarse exámenes de sangre.
En este paso hay que cruzar los dedos para que una misma sucursal tenga todos los reactivos necesarios, porque lo más probable es que le tocará realizar un recorrido de policlínicas para poder realizarse todos los exámenes, esto para luego hacer la cita para que le hagan la lectura de los resultados.
La segunda opción que tenemos es ir a una clínica privada y allí es donde se desiste ¿Si solo es un chequeo de rutina? Total, no se tiene nada.
Y esta es una de las tantas razones por las cuales hay tantos pobres con padecimientos crónicos que son prevenibles. No tenemos una cultura fuerte de diagnóstico temprano.
Algunos dirán que hay meses de descuentos para diagnósticos específicos. Sí, pero ¿alguna vez han hecho una de esas filas?
El tiempo que se invierte en esas filas puede ser el equivalente a medio día de trabajo.
El acceso a la salud es un privilegio de unos pocos y por cómo vamos, así va a ser por los siglos de los siglos.
* La autora es periodista.
