Las librerías que aún son recordadas
En las áreas urbanas de la metrópolis entre los años 1950 1960 y 1970, existieron reconocidas y famosas librerías donde el estudiante podía comprar a precios módicos una novela y hasta una enciclopedia completa.
El negocio de venta de libros se inicia en 1951. Una de las librerías que el panameño recuerda, y que era muy famosa y concurrida era la Librería Cultural, que estaba ubicada a un costado del Café Coca-Cola, en el Barrio de Santa Ana, donde funcionó por décadas.
Esta librería perteneció a la familia Fraguela, y se convirtió en ese tiempo en un templo de la literatura. Hoy día, al entrar la era moderna de la digitalización, en cuestión de segundos, usted obtiene y descarga en Internet el contenido de una novela o libro con la información que busca.
Otro de los centros de venta de libros fue la librería Preciado de propiedad del reconocido empresario Rodney Selenka. Sus estructuras casi en ruinas, aún se pueden observar frente a la Plaza Catedral diagonal al edificio del Consejo Municipal.
En el área de la Avenida “A” entre Calle 13 y 14 Oeste funcionó también por décadas, la legendaria librería Mudarra, que desde la época de 1960 tuvo al frente el empresario Luis Alfredo Mudarra.
Esta librería era un negocio familiar. Allí el estudiante conseguía toda la información que necesitaba para sus tareas. Fue muy conocida en esa zona, por sus precios que estaban al alcance del presupuesto familiar. Sólo quedan recuerdos de esa época dorada.
* Periodista.
