Opinión

Mi dilema con los trámites

13 de diciembre de 2022

La paciencia es una capacidad humana que todos debemos desarrollar, pero en cuestiones de tramites en ocasiones la desesperación o la mala actitud de quienes tiene la postetas de mejorar o acelerar los procesos no lo hacen frustrante.

Ya decía el jesuita y escritor Baltasar Gracián [1601-1658]: «Los sabios son siempre impacientes, porque el que aumenta el conocimiento aumenta la impaciencia de la locura». Cuando se trata de cumplir con cada uno de los pasos, sin salirnos de la línea es imposible no dejar de cuestionar nuestra lealtad al sistema. En una época navideña en la que debemos, aunque sea por un mes, ser nuestra mejor versión es necesario ser empático con los demás seres humanos. No juzgarlos y tratar aunque sea por un segundo ponerse en el lugar del otro. Construyamos una nación, haciendo nuestro trabajo de la mejor. Dando ese granito de más, esa milla extra, poniendo ese interés que nadie nos va a recompensar por el bienestar de los demás. Y aunque no somos monedita de oro para caer le bien a todos o podemos tener un mal día, es fundamental, sobre todo si somos funcionarios desarrollar la paciencia, porque con ella tenemos esperanza en mejores días, en especial para el nuevo año que se acerca.

“La esperanza es una emoción que nos permite ser pacientes, pues sin esta emoción nos sería mucho más complicado adoptar dicha actitud”, dijo la moralista francesa Luc de Clapiers [1715-1747]. Esperemos poderla hacer un virus que se contagie a todos los que nos rodea, en las oficinas públicas, en las calles, en los comercios. * La autora es periodista.

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