Opinión

Nuestras circunstancias, nuestras oportunidades

13 de octubre de 2022

Siento hoy, después de profesionalizarme, que mi padre era un visionario, porque desde que era pequeña, recuerdo que él insistía en que la educación y el inglés nos aportarían mucho en la vida. Mucha sabiduría, ya que sin esa visión no sé en donde me encontraría hoy.

Eso me hace concluir, que en donde naces y en qué familia creces marca una gran diferencia en quien serás, los estímulos familiares que tendrás y las oportunidades en la vida a las que te encaminarás.

La desigualdad de los conocimientos en nivel educativo de nuestros alumnos está cada día más afectado a razón y en función del nivel socioeconómico de nuestras familias.

Veo a diario a adolescentes muy inteligentes que provienen de familias muy humildes, y me afecta el pensar que, por la posible falta de mejores oportunidades, condicionados a sus circunstancias, que estos estudiantes no podrán desarrollarse como corresponde y me hago preguntas a diario, de cómo podemos apoyarlos para que sus inteligencias puedan desarrollarse en una sociedad tan desigual.

Estos estudiantes con desventajas económicas deben poder contar con un sistema escolar que les permita un desempeño brillante, propiciando una sociedad más democrática.

No encuentro otra forma para su crecimiento y desarrollo integral.

Por lo que insisto en que la educación es el único camino que puede levantarnos hacia la igualdad de oportunidades.

¡No hay de otra!

Me la paso repitiéndole a mis estudiantes, en los dos centros en lo que aporto tiempo, que no se rindan; que estudien, se mantengan vigentes, que no se dejen vencer por el cansancio, que administren su tiempo adecuadamente, que aprovechen todas las oportunidades que encuentren en su camino para educarse y adquirir conocimientos.

Porque solo a través de la educación obtendrán el efecto igualitario dentro de nuestra sociedad; porque el conocimiento es poder. Y, les garantizara el empleo, el acceso a las mejores oportunidades, a mejores sistemas de salud, transporte, y una vida con mejores ingresos.

Lamentablemente, el ejemplo que vemos a diario en nuestro país es del juega vivo, de los puestos de a dedo, basados en politiquería y no basados en conocimiento y preparación, como sería la manera más adecuada de contratación de un profesional en el campo privado.

Me apena reconocer que, en nuestro país, lamentablemente la educación, no parece ser una prioridad. Sin embargo, no vacilo en seguir soñando en poder cambiar una vida, un pensamiento a la vez.

Porque, estoy totalmente convencida de que la educación es la única herramienta que conozco y que existe para alcanzar una mayor igualdad, propiciando una sociedad más honesta.

No nos rindamos y seamos fuentes de inspiración.

¿Y, que piensa Ud. de las oportunidades y nuestras circunstancias como factores que afectan nuestro desarrollo profesional?

* La autora es empresaria.

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