¿Qué pasa con nuestro sistema educativo?
El límite entre la verdad y la mentira en nuestro sistema educativo está marcado por realidades que ya no pueden ocultarse. La supuesta “calidad” que se promueve en discursos oficiales choca con la crudeza de los hechos: centros escolares sin estructura, menores heridos o fallecidos en las vías por falta de transporte digno, aulas sin equipos de vanguardia, estudiantes que aprenden con hambre y docentes que enseñan en contextos de inseguridad total. La desnutrición en la juventud no es solo un dato: es una herida abierta que sangra futuro. A esto se suma una malla curricular que cambia sin rumbo claro, improvisada, desconectada de las necesidades reales del país y del mundo.
La mentira se pronuncia en conferencias; en discursos rimbombantes que pocos le prestan atención, la verdad se vive en las aulas. Hasta que no se pongan las prioridades donde deben estar en la vida, en la dignidad, en el derecho real a aprender, el sistema seguirá educando más para resistir que para transformar.
* El autor es ciudadano.
