Viajar nos hace crecer


Viajar es una de las cosas que más te enseñan en la vida. He podido comprobar que cuando lo haces, pareciera que llega la magia a tu vida.
Descubres nuevas cosas, sabores, colores, paisajes y experiencias increíbles que no pensabas que ibas a encontrar.
El mundo te enfoca hacia personas y cosas maravillosas.
Quizás existen personas que como yo, en muchas instancias viajan solas. Y, muchos piensan que no podrían viajar solas por temor a lo que pueda ocurrir en el camino.
Sin embargo, me he encontrado en estas instancias con personas que me dicen que es increíble que viaje sola. Y, tienen razón porque a pesar de los temores intrínsicos, decido salir.
Viajar nos hace crecer.
Vengo hoy a escribir cosas maravillosas que suceden cuando decides viajar y salir de tu círculo cerrado-seguro.
Viajar te hace descubrir cosas de la vida que ni siquiera sabías. Te ayuda a auto conocerte, porque el viajar sola te ayuda a descubrir a personas en tu entorno con visiones afines.
Sabes lo que te gusta y lo que no te gusta. Estas presente en ti y dejas el miedo de pasar tiempo contigo misma. El temor de auto conocerse es a veces algo que muchos no deseamos adentrarnos, porque es algo que duele hacerse.
Para mí, viajar ha sido una gran herramienta que me ha conducido a conocerme mejor.
Me ha ayudado a cambiar la perspectiva que tengo del mundo.
Puedo asegurarte que también vas a cambiar la perspectiva que tienes de la vida, al conocer gente que conecta con una energía mágica e imperceptible.
Cuando viajamos es mucho más sencillo fundirnos en la cultura y tradiciones de los países que visitamos. Lo escudriñamos todo, lo preguntamos todo. Aprendemos de cada nueva cultura, del respeto que le tenemos a lo que se come, ama, ríe y sueña.
Sus creencias religiosas en comparación a las nuestras y a aceptarlas sin prejuicios, comprendiendo su circunstancias y procedencia.
A veces estos conocimientos te permiten apreciar en mejor dimensión tu perspectiva de la vida. Y, créanme cuando les digo que nos ayudara a ser mejor personas, valorando más nuestra identidad.
Cada vez que viajo, encuentro cosas y amigos sorprendentes.
En esta ocasión, amigos recientes, que conocí en mi viaje, los considero ya como familia y los he invitado a viajar a mi país para que conozcan nuestras bellas playas y hermosos paisajes panameños.
Pero, ante todo, seguir compartiendo estas vivencias que mantuvimos en nuestro viaje.
Fue mágico, y viajar es mágico.
* La autora es empresaria.