¿Por qué sí estamos obligados a dialogar?

Cuando volvamos a la normalidad, tendremos que lidiar con los problemas que la nación acumuló en los últimos cien años y aquellos que se agudizaron o se derivan de la crisis económica que produjo el coronavirus desde principios del año 2020.

El  Seguro Social, la  nueva Constitución, la recuperación económica, el sistema de salud, la educación pública y las inversiones claves para afianzar el desarrollo nacional en los próximos  50 a 100 años, nos obligan a dejar a un lado diferencias para sentar bases sólidas del país que merecemos.

JAMES APARICIO
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