El discurso certero de los nuevos fatalistas

Oponerse a la vacuna contra el covid-19, creer que la vacuna tiene un “chip” que controlará nuestras decisiones e inclusive creer que el año escolar, que comenzó ayer, estuvo cojo, son posiciones  o creencias que la democracia permite, aunque no sean la opinión de la mayoría informada y educada.

El fatalismo es una corriente de pensamiento que todo lo ve malo.

El negativismo no permite percibir nada bueno en los acontecimientos de carácter privado o  en los  públicos.

Y aunque son una minoría, tienen influencia en la opinión pública.

JAMES APARICIO
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